Andrew Haigh debuta en la dirección con Weekend tras una larga experiencia en el terreno del montaje y algunos cortometrajes que le han llevado a dirigir esta película sobre una pareja gay que se conoce en un local nocturno y termina la noche junta. Pero lo que parecía tan solo una noche de placer podría convertirse en algo mucho más profundo. Rodada en Nottingham, Weekend es algo más que una mera película sobre una pareja homosexual.
Desarrollada durante un fin de semana, Haigh plantea su película al modo de las películas de chico-conoce-chico para adentrarse, mediante los diálogos y el trabajo corporal de los actores, en la vida de dos jóvenes que de repente descubren, el uno en el otro, las carencias que en su día a día parecen no ver. Rodada mediante un estilo realista con el que el director intenta transmitir la sensación de tiempo real, Weekend posee un sentido de urgencia, de necesidad de contar algo y contarlo con rapidez, pero sin desatender a los detalles, a las emociones más pequeñas. La sencillez de la puesta en escena en realidad encubre una enorme profundidad a la hora de relatar las vivencias de ambos personajes y de describirlos. Una película en apariencia pequeña, en apariencia gay, pero que en realidad viene a hablar de muchos temas que hoy en día afectan a cualquier persona.
BROKEBACK MOUNTAIN (EN TERRENO VEDADO) (Ang Lee, 2005)
A partir de un relato de Annie Proulx, Ang Lee dirigió esta película que para muchos era un simple western en clave gay pero que en realidad escondía una historia de amor entre dos hombres para retratar, además, a una sociedad y a un momento determinado. Realizada desde la humildad de un cineasta que es capaz de sublimar cada instante y convertirlo en algo único. Queda en la memoria uno de los finales más felizmente tristes de los últimos años.
C.R.A.Z.Y. (Jean-Marc Vallée, 2005)
El canadiense Jean-Marc Vallée sorprendió con esta película de iniciación adolescente en la que un joven debe de crecer sabiendo que es diferente a los demás. Desarrollada entre 1960 y 1980, Vallée nos envuelve con una película inteligente, llena de humor y de seriedad a partes iguales, con una magnífica banda sonora y un retrato de la época estupenda. C.R.A.Z.Y. es sensible y terrible a la par para hablarnos de cómo un adolescente debe lidiar con su entorno para concretar su identidad.
LAS HORAS (Stephen Daldry, 2002)
En su primera película en Estados Unidos, Stephen Daldry adaptó la novela de Michael Cunningham ganadora del Pulitzer. Una narración en tres tiempos que es a su vez una suerte de relectura de "Mrs. Dalloway", de Virginia Wolf, personaje en Las horas, y que se adentra en la vida de tres mujeres conectadas entre sí y en la que el lesbianismo surge de manera tan natural que al final resulta casi imperceptible. Una película excelente y compleja pero profundamente emotiva.
UN HOMBRE SOLTERO (Tom Ford, 2009)
El modisto Tom Ford debutó en la dirección con Un hombre soltero, adaptación de la novela de Christopher Isherwood, también adaptado en Cabaret, quien plasmó en sus páginas gran parte de sus inquietudes al ser homosexual en una época en la que apenas podía expresarlo. Con un Colin Firth enorme, la película se desarrolla durante la crisis de los misiles cubanos alrededor de unos personajes que se mueven en busca de su identidad. Una historia de búsqueda y redención de cuidadas imágenes, buen guion y magníficas interpretaciones.
MI NOMBRE ES HARVEY MILK (Gus Van Sant, 2008)
Otro icono del cine gay, Gus Van Sant, dirigió esta película sobre Harvey Milk, el primer político que se declaró homosexual de manera pública y alcanzó un cargo político, siendo asesinado al año siguiente. Con un magnífico Sean Penn en el papel principal, Van Sant usa el modelo del biopic más al uso para hacer llegar a las grandes audiencias su mensaje, consiguiendo su propósito con una obra bien construida y dirigida.