domingo, 28 de febrero de 2016

La homofobia en primera persona




Un profesor utiliza su propio caso para explicar el daño que causa el acoso a lesbianas y gais


Hay silencio en el aula cuando el profesor, José Joaquín Álvarez, un ovetense de 56 años, explica a los alumnos que le escuchan que lo que va a contar “le da un poquito de vergüenza”. Es ese momento en el que, viendo una película de Clark Gable, pensó por primera vez que “Podía ser mariquita”. Lo que ahora le da ese poquito de vergüenza en su época le produjo confusión, miedo y, finalmente, mucha angustia. “Era 1971, vivíamos en la dictadura y había una ley que condenaba a los homosexuales a la cárcel o al reformatorio”, explica a los chicos de primero de bachillerato del Instituto Renacimiento de Madrid (de 16 a 18 años), al que ha acudido invitado por Marisa Fernández y Asunción Aguinaco, profesoras del Centro.
Álvarez ha dado ya más de 200 de estas charlas en distintos centros educativos. “Después de salir del armario de la homosexualidad, ahora me toca el del acoso escolar homofóbico”, afirma. “Los adolescentes LGTB [lesbianas, gais, bisexuales y transexuales] tienen el triple de probabilidades de suicidarse que los otros chicos de su edad. Como profesor, lo peor que podría pasarme es que uno de mis alumnos se quitara la vida por el acoso”, cuenta a los estudiantes del centro.
Su relato sigue al periodo en que fue al instituto. “Yo tenía un poco de pluma, como ahora. A los pocos días me empezaron a pegar, a llamarme mariquita, maricón. Era como la gota china. Aún hoy, cuando oigo la palabra maricón, siento como si martillearan la cabeza. Fueron cinco años así, y entré en una profunda depresión”. Los alumnos lo ven fácil cuando añade: “Las suspendía casi todas. No podía estudiar, centrado como estaba en cómo podía resolver la situación”.
El ocultamiento, el disimulo, se hicieron parte de su vida. Ya de profesor, en la isla de La Palma, mantuvo ante sus compañeros la ficción de que tenía una novia en Asturias, y que le era fiel. “Era un comportamiento mediocre”, dice. O algo peor. Después de una hora de charla, una de las preguntas que recibe de un chico de 17 años era si no se sentía mal con tanto engaño. “Me sentía fatal, como una cucaracha”, confiesa.
Este desnudo íntimo busca explicar a los alumnos dos ideas: “La empatía y el respeto”. Es también la última etapa de un proyecto educativo que el profesor empezó hace 10 años, cuando puso en marcha la primera tutoría LGTB en un instituto, el de Duque de Rivas de Vaciamadrid. “Los alumnos gais, lesbianas, transexuales y bisexuales viven secuestrados afectivamente. No puede ser que vivas serlo como una condena. Hay que decirse que ‘ser gay también es guay’. No es una opción. Es una condición inherente”.
La charla llega a un auditorio preparado. “Los derechos de las personas homosexuales son derechos humanos, y aquí ya les hemos hablado de ellos”, dice la profesora Marisa Fernández.
Los chicos son participativos. Los mayores, preguntando al final de la clase. Los de segundo de ESO (13-14 años), interrumpiendo. También hay risas cuando dice que uno de sus problemas fue que no sabía dónde encontrar pareja y que, al estar tanto tiempo en el armario, llegó "tarde a las relaciones".
Cuesta más el silencio de los más pequeños. Hay un intento de risitas al principio, que Álvarez —que siempre trata a los alumnos de usted— corta insistiendo en la importancia de lo que va a contar. Cuando explica que fue la transfobia la que empujó a Alan, un chico de 14 años, a suicidarse el pasado 24 de diciembre en diciembre, se oye un “¡qué asco!” de una alumna. Pero el tema es complicado, y los detalles anatómicos —¿cómo se hace pis?— son demasiado jugosos para una clase de preadolescentes ya al final de la jornada matinal de clases.
También interesa mucho la relación con la familia. “A veces los padres o madres son homófobos, pero no por malos, sino porque viven una construcción social”, explica el profesor.
Álvarez confía en que su testimonio sirva para que los alumnos LGTB de ese centro —“que seguro que los hay”— tengan una salida del armario menos complicada que la suya. Una chica interviene: “Tengo un amigo que creo que es gay, y me gustaría ayudarle a decirlo, ¿cómo lo hago?”. La respuesta no es fácil, pero la propia pregunta indica que algo del mensaje de respeto y empatía ha calado.

domingo, 21 de febrero de 2016

"Chile" Asesinan de un disparo a un joven gay en un brutal ataque homofóbico

Imagen: Frente de Diversidad Sexual



El joven, de 20 años, falleció la madrugada del pasado miércoles. Uno de los agresores se encuentra detenido y la otra ha quedado en libertad.

El suceso ocurrió el pasdo miércoles 17 de febrero en la población Angelmó, en San Bernardo (Chile), en torno a las 2 de la madrugada. Marcelo Velius Lepez, de 20 años y que trabajaba en un circo como transformista, iba acompañado de su madre cuando fue víctima de insultos por parte de un hombre y de una mujer, vecinos de la comuna. Mientras su madre salía en su defensa, siendo agredida también violentamente, el joven recibió un disparo en su costado que finalmente provocó su muerte horas más tarde en el Hospital El Pino, donde recibió sin éxito dos intentos de reanimación.
El crimen fue comunicado por la familia del también asesinado Daniel Zamudio, cuyo padre, Iván Zamudio, contactó con el Frente de la Diversidad Sexual, red de organizaciones LGBTI a la que pertenece la Fundación que él preside.
“Desde el Frente de la Diversidad Sexual condenamos rotundamente el asesinato de Marcelo. Le hemos brindado a su familia apoyo psicológico y jurídico, con una abogada que lleve todo el proceso. Hacemos un llamado a las autoridades para que este crimen no quede impune, como ha ocurrido con otros similares motivados por la orientación sexual o la identidad de género. La Ley Antidiscriminación debe aplicarse sin reservas para los asesinos”, manifestó Michel Riquelme, portavoz del Frente de la Diversidad Sexual.
Actualmente, uno de los agresores se encuentra detenido en espera de la investigación y la otra ha quedado en libertad.

sábado, 20 de febrero de 2016

TEORÍA Y BIOGRAFÍA: Una tesis doctoral analiza filosóficamente la medicina sobre "la homosexualidad" en las dictaduras ibéricas del siglo XX.

Francisco Molina Artaloytia



El pasado 20 de enero se defendió en la Facultad de Filosofía de la UNED (Madrid) una Tesis Doctoral. a caballo entre la historia de la ciencia y la filosofía, que analiza los discursos médicos sobre la “homosexualidad” en las dictaduras ibéricas del siglo pasado, elaborada por Francisco Molina Artaloytia, profesor de enseñanza secundaria y profesor-tutor del área de Lógica y Filosofía de la Ciencia del Centro Asociado de la UNED de Mérida. La dirección corrió a cargo de los doctores Francisco Vázquez García, de la Universidad de Cádiz, y David Teira Serrano, de la UNED y se contó con el asesoramiento externo del Dr. Fernando Cascais, de la Universidade Nova de Lisboa. El Tribunal, que otorgó la máxima calificación, estuvo compuesto por los doctores Rafael Huertas, Javier Ugarte y José Antonio Nieto.

La tesis defendida consiste en un análisis filosófico a partir de la revisión de los discursos biomédicos sobre la homosexualidad en el contexto de los autoritarismos ibéricos del siglo XX. El estudio histórico es novedoso para el caso luso y, para el español, constituye una continuación del trabajo emprendido por Vázquez y Cleminson (Los invisibles, 2011) y una ampliación del coordinado por Javier Ugarte (Una discriminación universal, 2008) así como de otros autores (entre ellos, Arnalte, 2003; Olmeda, 2004; Huard, 2014). Las herramientas filosóficas empleadas para el análisis son el nominalismo dinámico y la noción de clases interactivas de Ian Hacking, la ontología de los hechos institucionales de John Searle, la reflexión sobre el construccionismo y la revisión de la hipótesis productiva foucaltiana efectuados por Francisco Vázquez, y el enfoque materialista propuesto por Javier Ugarte. El análisis epistemológico y axiológico sobre las fuentes históricas, es también un argumento a favor de la fecundidad desenmascaradora de la filosofía como crítica del conocimiento y de la cultura, especialmente para los discursos sobre las tipologías humanas.

El recorrido histórico revisa los procesos de construcción del concepto de "homosexualidad" desde la categoría medieval-moderna de sodomía hasta desembocar en la scientia sexualis contemporánea. Llegados ahí, en Portugal se hace necesario explorar los discursos sobre la "homosexualidad" desde el periodo republicano anterior al autoritarismo. Los discursos paradigmáticos se elaboraron en esta etapa y mantuvieron su vigencia durante el salazarismo. En España, a partir del estudio Los invisibles de Vázquez y Cleminson, hay que constatar la brecha que constituye la Guerra Civil y las rupturas que generó el nacionalcatolicismo. La última etapa de ambos regímenes presenta otra significativa asimetría, a saber, la provocada por el renovado interés "científico" y correccionalista suscitado en España por el proceso de elaboración y aplicación de la Ley sobre Peligrosidad y Rehabilitación Social (1970) que no tiene, en la misma etapa, un equivalente jurídico en el país vecino.

En el estudio se pone de manifiesto cómo se dibujan unos borrosos protagonistas teóricos por parte de la instancias expertas en interacción con los sujetos reales (protagonistas biográficos). El discurso sobre la "homosexualidad" no fue construido desde arriba por instancias de poder biomédico y administrativo sino que se produce una continua retroalimentación con el imaginario social y con la acción de los individuos que caían bajo el estigma. La borrosidad en la teoría facilitaba, a su vez, fuertes componentes discrecionales (y arbitrarios) por parte de los aparatos de poder y, por otra parte, múltiples posibilidades y estrategias de supervivencia por la de los afectados. Todo esto aconteció en dos regímenes en los que, más allá de sus divergencias, existía un acentuado componente de clase que mediatizaba e impregnaba las prácticas, tanto discursivas como no discursivas, en relación con "la homosexualidad".

En las conclusiones se destacan las simetrías y asimetrías entre los discursos analizados y la utilidad de las herramientas filosóficas empleadas. El doctorando, a partir de los estudios arriba mencionados, procede a la reconstrucción de la categoría de “homosexualidad” en Portugal y completa y continúa los estudios análogos en España. Asimismo hay que destacar el tratamiento de la homosexualidad femenina en ambos países, particularmente en el ámbito luso donde el discurso experto le prestó mayor atención en la época de estudio. Además se recogen y analizan los correspondientes contextos históricos y sociales en la medida en que constituyen importantes variables para explicar las interacciones estudiadas, incluyendo los discursos educativo y médico-militar.   

Se trata, en definitiva, de una aportación académica que aúna el estudio de la historia comparada de las "homosexualidades" con una reflexión filosófica que calibra el alcance de diferentes y densos metaconceptos epistemológicos para el trabajo en la historia cultural de la medicina. Por otra parte es una historia que rescata elementos importantes para una memoria de los sujetos que vivieron su “diferencia” en esos regímenes, algunos de los cuales han sido fuente oral de trabajo, para lo que se ha contado, entre otras, con la colaboración de la Asociación de Ex-Presos Sociales de España.



sábado, 13 de febrero de 2016

Eusebio: La doble lucha de un artista feliz





El bailarín malagueño falleció en la noche del jueves a los 86 años tras una larga enfermedad

Hay una doble lucha en la vida del perchelero Eusebio Valderrama, por un lado la del hombre que deja atrás la pobreza de la Málaga de posguerra y se abre camino hasta bailar ante príncipes, reyes y artistas mundialmente conocidos. Pero también está la lucha de una persona que durante el Franquismo conoce la cárcel y la violencia física por su condición de homosexual y sin embargo, sigue adelante hasta convertirse en un ejemplo de dignidad y superación reconocido dentro y fuera de Málaga, pues llegó a participar en un documental sobre la represión a los homosexuales durante la dictadura.
Quizás lo más asombroso es que en esta doble lucha que fue la vida de este malagueño, fallecido en la noche del jueves a los 86 años después de una larga enfermedad, jamás perdió la sonrisa ni el buen humor y bastaba pasar un rato con Eusebio para que todas las penas se disiparan ante la vitalidad y la arrolladora simpatía de este artista sin complejos, feliz de la suerte que le había deparado la existencia.
Y como prueba de esa felicidad a prueba de desgracias, la paradoja que él mismo celebraba de que viviera en el Camino de San Rafael y desde su casa pudiera ver todos los días la ventana de una de las celdas de la antigua prisión donde fue encarcelado.
La infancia de Eusebio fue muy precaria. Sólo vio a su padre una vez, al comienzo de la Guerra de la Civil y desde los diez años ya bailaba en los escenarios de los teatros y cines de Málaga. Desde 1949 compartía su vida con su amigo del alma, el también bailarín Pepe Gallego Sánchez, al que siempre consideró su hermano y que falleció en 2013 a los 91 años.
Especializado en el baile clásico español, con el Trío Albéniz recorrió medio planeta, algo que le convirtió hasta el final de sus días en un hombre de mundo.
Una de las anécdotas más celebradas de Eusebio fue su actuación en los años 50 en el cumpleaños de Picasso en una sala de fiestas de la Costa Azul. Una fiesta privada en la que el pintor negó la entrada al mismísimo Aga Khan. Durante la actuación de Eusebio Valderrama, Pablo Picasso le tomó apuntes y luego le regaló el dibujo, pero la obra duró muy poco en manos del bailarín, que contaba: «Yo no sabía quién era Picasso y a mí el dibujo me pareció horroroso, parecía una rana, así que se lo dimos al empresario».
Compartió escenario con Edith Piaf y Maurice Chevalier; por su camerino se acercaron a saludarle Charles Chaplin y el gánster Lucky Luciano, que le ofreció su ayuda por si daba el salto y le apetecía marchar a América. Y del mundillo de Hollywood conoció a Jane Mansfield, a Sofía Loren y a Suzanne Zanuck, la hija del famoso productor de Hollywood Darryl Zanuck, que se enamoró perdidamente de él, desconocedora de su homosexualidad.
Eusebio brindó con Don Juan de Borbón en Atenas un día antes de la boda de su hijo Don Juan Carlos y pasó varios años en Oriente Próximo, donde actuó para el rey Faruk de Egipto, el sha de Persia y hasta para Sadam Hussein.
Con 86 años seguía tan vital como siempre, deseoso por disfrutar de sus escapadas a Marruecos o de charlar con algunos de sus buenos amigos como Pepa Flores, la profesora de música Teresa González o Baltasar del Moral, presidente de la Asociación de Esclerosis Múltiple, un colectivo con el que estuvo colaborando durante años. Nos quedan, además, su biografía, escrita por el conocido escritor Diego Ceano (Cuatro botones dorados) y algunos libros de versos y anécdotas del propio Eusebio que reflejan su alegría y amor por la vida. Descanse en paz.

Maricones, titiriteros y franquistas





Se ha muerto Eusebio en Málaga. Duele cuando se van las personas alegres. Mantuvo la risa incluso cuando le detuvieron en el franquismo por llevar una chaqueta con botonadura dorada por la calle. O sea, por maricón. Y había una ley para hacerlo, que conste. Eusebio Valderrama me preguntaba siempre por mi madre, incluso cuando ella ya no estaba. Le firmaba dedicatorias en sus poemas y sus libros sencillos y populares. Bailarín desde niño, mantuvo el tipito aún octogenario. Pero sobre todo mantuvo la risa. Con su testimonio defendió sus derechos en él y en los demás. Viajó mucho, vivió con plenitud y sonrió cuando el Ayuntamiento le dedicó una calle en el Real de la Feria.
Perseguidos y presos
La Ley de vagos y maleantes por la que se detuvo en dos ocasiones a Eusebio era una Ley de 1933. Llamada popularmente «la gandula», se aprobó por consenso de todos los partidos de la Segunda República para el trato a «mendigos, rufianes sin oficio conocido y proxenetas». En 1954, la reforma de la ley incluyó explícitamente la represión a «los homosexuales». El problema de aquella ley era el carácter preventivo. No sancionaba delitos sino que aplicaba medidas de alejamiento y detención a los posibles delincuentes durante el tiempo que se considerase que persistían las circunstancias propicias para que delinquieran. Las gentes «de mal vivir» o los sin techo de la época, y más tarde los homosexuales, tuvieron motivos probados para mirar a «la gandula» con temor.

Justicia-Libertad
Las personas de orden apelan al imperio de la ley siempre, pero… Recuerdo un librito del profesor Lorca Navarrete cuando era estudiante de Derecho: Justicia-Libertad. Fundamentos filosóficos del Derecho. Decretar prisión incondicional para los titiriteros de ahorcamiento y cachiporra de Madrid asusta, por muy antisistema que sean. Asusta casi tanto como que te detengan por la calle por llevar una chaqueta con botones dorados. Con la diferencia de que a las dictaduras se le combate para la Libertad y al Estado de Derecho se le defiende y reivindica en el uso pleno de la Libertad, amparada por la Ley. Por eso son tan perniciosos para su credibilidad y su fortaleza los excesos de la Autoridad y la utilización de la ley para cometerlos. En este caso la utilización del Código Penal en su artículo 574 que tipifica la figura del enaltecimiento del terrorismo.

Cocodrilo resfriado
Estos titiriteros de la compañía «Títeres de abajo» con sede en Granada ya habían actuado en 2014 en Madrid, en San Isidro, con dos obritas infantiles: Fábula del cocodrilo resfriado y Farsa de la princesa Cursilinda. Lo grave de lo ocurrido con los titiriteros y la representación de su obrita La bruja y don Cristóbal, en este caso, es que la obra no era infantil y se programó como tal. De ahí debieran devenir las responsabilidades pertinentes. Por tanto a nadie hubiese extrañado que la policía les parara el espectáculo, ante las lógicas denuncias de padres y abuelos que miraban espantados el guiñol con sus niños, ni que hasta conocer quién había decidido semejante despropósito se les mantuviera en comisaría.

Titiriteros y etarras
Pero reaccionar como una apisonadora de derechos fundamentales porque en el guiñol salía un cartelillo en el que estaba escrito Alka-ETA (enmarcado en la anticuada y anarca historia que se contaba, no como manifiesto), es una decisión preocupante. Como lo es la utilización política que contra el ayuntamiento de Carmena se está haciendo de la anécdota. Qué hartura de los unos contra los otros... En algún momento parecía que Carmena fomentaba la apología de los miserables etarras. Bastante tiene la alcaldesa con lidiar con las meteduras de pata de algunos de sus propios concejales, incluida la de los guiñoles. Y la de la renovación del callejero de Madrid, con la que se pretende criminalizar como activos franquistas, y quitarles su nombre a algunos rincones de la capital, a personajes como Dalí, Manuel Machado, Gerardo Diego, Josep Pla, etc. Más madera para la locomotora del sectarismo. Más.


Ni Rita…
Y otra sede más del PP, la central de calle Génova en Madrid, es registrada por la Guardia Civil por presunta financiación irregular del partido que gobierna en funciones en España. Reprochaba, y con lógica política, el popular Juanma Moreno a Susana Díaz que con la que está cayendo aquí abajo ella siga protagonizando el juego de tronos del PSOE allí arriba, tras las últimas declaraciones de Felipe González sobre ella en el programa «Y tú qué opinas» de Canal Sur. Pero Díaz (a pesar de la ola de los ERE por la que surfea sin mojarse) le responde preguntándole por el «valiente» y «trilero» Rajoy o por cuál será el próximo registro del PP. Y así no puede hacer oposición ni Rita (la cantaora, no la Barberá)… Porque hoy es sábado.

Fallece a los 86 años el bailarín Eusebio Valderrama "ex-represaliado lgtbi en la dictadura franquista"

 Eusebio Valderrama




La misa por su descanso, esta tarde a las 4 en Parcemasa

El bailarín malagueño Eusebio Valderrama falleció anoche a los 86 años tras una larga enfermedad, confirmaron fuentes cercanas al artista. La misa por su descanso tendrá lugar a las 4 de la tarde en Parcemasa.
Eusebio Valderrama tuvo una intensa vida artística que comenzó a los diez años y con la que tuvo la oportunidad de bailar por Europa y Oriente Próximo ante personajes como Pablo Ruiz Picasso, el rey Faruk de Egipto, el sha de Persia o Charles Chaplin. Por su condición de homosexual, en tiempos de Franco ingresó en dos ocasiones en la antigua cárcel provincial de Málaga y se convirtió con los años en uno de los defensores de los derechos y la dignidad de su colectivo. Persona extrovertida y generosa, publicó sus memorias en varias entregas y durante años colaboró con la Asociación Malagueña de Esclerosis Múltiple. El Ayuntamiento le dedicó la calel Bailarín Eusebio Valderrama en el Real de la Feria.

DESCANSES EN PAZ