Varsovia, Un libro sobre las minorías sexuales en la Polonia comunista revela que la homosexualidad fue "ignorada" durante ese periodo, en el que las autoridades preferían no referirse en público a ello y, en caso de hacerlo, la enmarcaban dentro de la decadencia de la sociedad capitalista.
El estudio "Minorías sexuales en la Polonia comunista", presentado recientemente en Varsovia, reconoce que la vida de los gays y lesbianas durante el comunismo no fue un camino de rosas, a pesar de que la legislación polaca no tipificaba la homosexualidad como un delito.
"Aunque no era un delito, solía jugar en contra de los encausados cuando llegaba a oídos del tribunal", explicó hoy el autor del libro, Krzysztof Tomasik, quien afirmó en la radio pública que la sociedad comunista vivía en una hipocresía en la que todos sabían de la existencia de homosexuales, aunque nadie hablaba de ello.
A pesar de ser un fenómeno completamente "underground" durante aquel periodo, la homosexualidad llegaba ocasionalmente al cine para, en la mayoría de los casos, ser caricaturizada.
"Se trataba de reirse de ella, tal y como proponía el cine, o de simplemente ignorarla", señaló Tomasik.
Un aparente desinterés que no impidió que los servicios secretos de la policía comunista manejaran una cuidada base de datos donde figuraban miles de homosexuales polacos e incluso se llevasen a cabo "redadas" puntuales, indica el libro, que revela cómo las autoridades de la Polonia de los 80 temían la incidencia del sida y su relación con la homosexualidad.
Ya en democracia, habría que esperar hasta 2008 para que Varsovia acogiese la primera marcha de gays y lesbianas, prohibida anteriormente por el alcalde de la ciudad el ultraconservador Lech Kaczynski, quien luego se convertiría en presidente del país.
En aquella ocasión, alrededor de 5.000 homosexuales polacos se manifestaron por las calles de la capital para pedir la igualdad de derechos, mientras un fuerte dispositivo policial los separaba de ultraderechistas que los insultaban a metros de distancia.
"Hoy la situación ha mejorado, aunque todavía queda mucho para lograr la equiparación de derechos en Polonia", explicaba a Efe el activista Tomasz Szpla, de la organización Campaña contra la Homofobia. EFE
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