Más harina y menos humos

batalla. Ibi vive una auténtica guerra de lanzamiento de harina, cohetes borrachos y huevos. rubén cervera

Más harina y menos humos

Ibi vivió ayer una de las jornadas más tradicionales y peculiares de sus Fiestas de Invierno, Els Enfarinats, en la que, a golpe de petardos y harina, los insurgentes consiguieron rendir a la población bajo su mandato.

María Ángeles Calatayud, Dénia. efe

Este año se ha reducido la cantidad de pólvora a disparar para no asustar a los visitantes a la fiesta. La jornada amaneció tranquila en la localidad juguetera hasta que el nuevo alcalde de los enharinados tomó la vara de mando ficticio de manos del teniente de alcalde de la localidad, Miguel Ángel Agüera.Tras la toma de posesión simbólica del nuevo Gobierno local de Els Enfarinats, el nuevo orden se impuso en Ibi a golpe de escaramuzas y batallas de huevos, harina y cohetes borrachos. Hacia el mediodía, el absurdo y las excentricidades de este grupo de hombres ataviados con las más estrafalarias vestimentas, se extendió por todo el centro urbano de la localidad juguetera, donde, por un solo día, camparon a sus anchas, tendiendo emboscadas y enfrentándose a la oposición, en una batalla épica que se repite todos los años y a la que están expuestos no sólo los milicianos de los enfarinats, sino también los viandantes que inocentemente cruzan los dominios de los golpistas. Los ciudadanos que seatrevieron a cruzar por la plaza de la Iglesia, cuartel general de los enharinados, y osaron incumplir sus disparatadas órdenes, acabaron rebozados en harina y huevo.El centro urbano de Ibi se cubrió de una gran nube blanca en la que apenas se podía vislumbrar a los protagonistas, que desplegaron todos sus efectivos bélicos y tomaron la plaza de la Iglesia, último bastión en el que se decidió la batalla con cohetes borrachos. El final de la batalla hvino precedida por la anunciada derrota de la oposición que, finalmente, se rindió ante la superioridad de los enfarinats. Con la rendición de la oposición, llegó el armisticio por el que se han unido los dos bandos enfrentados y unidos, al fin, por una causa común: recaudar fondos para el asilo de ancianos San Joaquín de Ibi.