El proyecto bolivariano de Chávez, pese a que se diga muy revolucionario, peca de conservador, y hasta reaccionario, respecto al avance de los derechos y el reconocimiento de la población diversosexual del país.
Luego de 14 años, con un amplio apoyo oficial de la Red de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexuales (LGBTI) y con una mayoría chavista en el seno de la Asamblea Nacional, el Gobierno sigue sin legislar y formular políticas públicas que atiendan y respondan las necesidades de la población gay venezolana.
Mientras en Venezuela el canciller Nicolás Maduro ataca a la oposición llamándolos "mariconsones", en otros países que también se dicen de izquierda, tales como España (durante el gobierno de Rodríguez Zapatero) y Argentina, han logrado mucho más sobre las interpretaciones judiciales y los principios de no discriminación por orientación sexual. Así lo asegura Tamara Adrián, abogada, profesora universitaria y activista transexual, quien dice que al verse en el espejo de América Latina, es fácil detectar que Venezuela está dentro de los 3 o 4 últimos que no han progresado en la materia, a diferencia de México, Colombia, Brasil, Uruguay y Ecuador que sí han alcanzado logros importantes.
SIN RESPUESTAS Pese a que el oficialismo insista en mantener un discurso de inclusión para la comunidad gay, los hechos demuestran lo contrario.
Ha pasado más de un año desde que varias organizaciones defensoras de los derechos homosexuales solicitó a la Asamblea Nacional, a través de un documento, una enmienda para la modificación de cuatro artículos de la Ley de Registro Civil que permita a la población trans venezolana cambiar su nombre y sexo en los documentos personales sin necesidad de una operación quirúrgica genital. Pese a que se dijo que se trabajaría en la supuesta Agenda Legislativa Sexodiversa, el Parlamento no ha hecho nada hasta la fecha.
Jhon Davis, vocero del Bloque Socialista Unido de Liberacion Homosexual, manifiesta que aunque la discusión ha tardado están seguros de que llegará.
Cree en la disposición de algunos entes gubernamentales para apoyar a la comunidad LGBTI de Venezuela. "De hecho vemos que grandes cargos dentro del Gobierno son ocupados por personas que claramente se ven que pertenePA" ATRÁS COMO EL CANGREJO "Desde 1977 hasta 1998 Venezuela reconoció más de 150 cambios de nombres y cen a ella", agrega.
Adrián es mucho más tajante porque, de hecho, ella formó parte en la redacción del pliego de peticiones, que además incluía el reconocimiento de las uniones internacionales, ya que hay más de 1.200 venezolanos casados en el extranjero que han ido en busca de la legalización de su matrimonio homosexual. Asimismo, había una solicitud para que se modificase el Código Penal y fuesen incluidos crímenes de odio por razones de discriminación sexual.
sexo, pero desde allí nos paramos en el espacio y en el tiempo", recuerda Adrián.
Según explica, también en los proyectos de la Ley Orgánica del Trabajo hay un serio retroceso. Mientras que en el reglamento de la Ley de 1994 se estableció que estaba prohibida la discriminación en los ámbitos laborales por razón de "opción sexual", esta mención, al parecer, habría desaparecido en la normativa a ser aprobada proximamente.
"A PASO DE VENCEDORES" Tamara Adrián sostiene que en estos 14 años de revolución lo único que ha habido es una inclusión de orientación sexual e identidad de género en la Ley Orgánica del Poder Popular (artículo 4) "y fue porque se les pasó, porque así lo reconocieron, además de la ley de arrendamiento, que incluyó dentro de las discriminaciones indebidas la orientación sexual y la identidad de género".
A estos pocos logros se une que el Tribunal Supremo de Justicia, en una sentencia del 28 de febrero de 2008, haya indicado que la orientación sexual es una categoría protegida por el artículo 21 contra la discriminación. No obstante, mientras eso no esté en una ley será pura retórica jurídica y la posibilidad de hacer valer los derechos será irrisoria.
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