lunes, 2 de abril de 2012

Chile: Asesinato de joven homosexual sensibiliza a población que pide más rigor del gobierno para castigar crímenes de odio




Después de pasar 24 días internado, el sufrimiento de Daniel Zamudio llegó a su fin. El chileno de 24 años, homosexual, murió el último martes (27) después de haber sido atacado y golpeado en Santiago por cuatro jóvenes simpatizantes neonazistas.

El delito causó indignación en la población chilena y desencadenó, por todo el país, actos y manifestaciones de solidaridad con la familia del joven.

Ante lo ocurrido, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) hizo público su repudio al delito y manifestó su solidaridad con la familia y los amigos. La CNDH recordó que cada semana una persona pierde la vida en virtud de delitos de odio y alertó al Estado sobre la necesidad de implantar políticas públicas que garanticen seguridad, salud, educación e igualdad de derechos para las personas Trans, Lésbicas, Gays y Bisexuales (TLGB) del país.

El Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos también se manifestó sobre el caso pidiendo al Estado chileno mayor rigor en las leyes para castigar los delitos de esta naturaleza. La ONU sugirió al país adoptar una ley que castigue los delitos basados en la orientación sexual de las víctimas.

Después del fallecimiento del joven, el presidente Sebastián Piñera se pronunció en su cuenta de la red social Twitter afirmando que lo ocurrido con Daniel hirió no sólo a su familia, sino a todas las personas de bien. Además de ofrecer su cariño y solidaridad a los padres, amigos y familia, el mandatario aseguró que la muerte no quedará impune y reforzó "el compromiso total del gobierno contra toda discriminación arbitraria y con un país más tolerante”.

Después de las críticas del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), la alta jerarquía de la Iglesia Católica quebró el silencio que mantuvo desde el comienzo del caso y se pronunció a través de Jaime Coiro (Conferencia Episcopal) afirmando que la muerte de Daniel ocurrió en "circunstancias tan dolorosas y repudiables, como es la denigración de la persona humana que se traduce en intolerancia, agresión y violencia, base sobre las cuales no se puede construir el futuro de la comunidad humana”.

La población de Chile –y de fuera del país– también se manifestó repudiando las agresiones al joven. Mensajes de solidaridad fueron enviados a la familia y se encendieron velas para demostrar que el pueblo compartía el dolor de los parientes de Daniel. El Movilh prepara actos de homenaje a nivel nacional para los próximos días y el portavoz del Gobierno, Andrés Chadwick anunció que tramitará con urgencia el Proyecto de Ley que Establece Medidas contra la Discriminación.


Entienda el caso

El 3 de marzo, en Santiago de Chile, Daniel Zamudio fue agredido por Raúl López Fuentes (25 años), Patricio Ahumada Garay (25 años), Alejandro Angulo Tapia (26 años) y Fabián Mora (19 años), simpatizantes del neonazismo

El joven recibió golpes en la cabeza, fue quemado con cigarrillos, pateado, recibió puñetazos en el estómago, una botella le fue quebrada en su cabeza y el cuerpo marcado con símbolos neonazis. Daniel pasó 24 días internado, pero no resistió. Según el boletín del Servicio Médico Legal, la causa de la muerte fue traumatismo cráneo encefálico.

Los acusados ya habían pasado por la policía por ataques xenófobos a inmigrantes peruanos. Todos están en prisión preventiva, pues representan un peligro para la sociedad. La familia de Daniel y la Intendencia Metropolitana presentaron nuevas denuncias contra los acusados, esta vez por homicidio calificado consumado ya que Daniel falleció. La denuncia anterior era por homicidio calificado frustrado.

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