El presidente de Gambia, Yahya Jammeh, ha firmado una ley que castiga con cadena perpetua los actos homosexuales "con agravantes", norma que endurece la persecución de su Gobierno hacia una orientación sexual ya tipificada como delito.
Según denunció hoy Human Rights Watch (HRW), la nueva ley equipara la homosexualidad con el incesto o la violación, y sitúa a los homosexuales como "delincuentes en serie".
Esta modificación del Código Penal fue aprobada el pasado 25 de agosto por la Asamblea Nacional, y ayer fue ratificada por el presidente.
Hace un año, el mandatario gambiano declaró ante la Asamblea General de Naciones Unidas: "Aquellos que promueven la homosexualidad quieren acabar con la humanidad; se está convirtiendo en una epidemia que musulmanes y africanos deberemos combatir".
"Lucharemos contra estos bichos llamados homosexuales o gays de la misma forma que luchamos contra los mosquitos causantes de la malaria, si no de forma más agresiva", remachó.
Aunque las relaciones consentidas entre personas del mismo sexo ya son consideradas un crimen en Gambia, esta nueva norma introduce penas todavía más duras para los homosexuales.
El cargo de homosexualidad "con agravantes", que estará penado con la cadena perpetua, no queda bien definido en la modificación legal, por lo que dejará abierta la puerta a los abusos de autoridad.
La normativa viola las convenciones internacionales en materia de derechos humanos y aumenta la persecución de este colectivo, al igual que lo hizo la polémica "ley antihomosexuales" de Uganda, anulada por la Justicia del país el pasado agosto, advierte HRW.
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