El diseñador Javier Mariscal ha sido entrevistado en Els Matins de TV3, donde no ha terminado de dejar claro si le gusta la Barcelona actual o no. En sólo 4 minutos, Mariscal ha pasado de decir que le gusta "mucho" a lamentar que sea una ciudad de "camareros, putas y maricones", para volver a alabar el "equilibrio" de la capital catalana y concluir que "se necesita una nueva idea de Barcelona".
De este modo, Mariscal ha alabado inicialmente que la Barcelona de ahora "me gusta mucho, mucho, mucho, mucho". Acto seguido ha dicho que "es muy pequeña si la comparas con Los Ángeles, México DF o Tokio y es muy frágil, es como Formentera".
A continuación ha cambiado de parecer y ha criticado que "estos grupos de 30 personas en bicicleta". "Hay restaurantes muy malos porque los turistas vienen un día y ya no vuelven más", se quejó, para preguntar a continuación "qué queremos como ciudad; ¿camareros, putas y maricones? ¡Ya está bien!". "Perdone, putas y maricones, no", se ha disculpado el diseñador, además de considerar que "necesitamos una ciudad mucho más integrada y con muchas más cosas y controlar a los turistas un poco".
Mariscal, sin embargo, ha vuelto a alabar que "la marca Barcelona funciona, hay un equilibrio que está muy bien, como una ciudad muy humana y muy agradable; muy cultural y con mucha vitalidad". A pesar de estas palabras, ha afirmado finalmente que "se necesita una nueva idea de Barcelona que este Ayuntamiento no tiene, tiene una idea bastante triste y deplorable".
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