La Asociación Ex-Presos Sociales conmemora el 35 aniversario de la despenalización de la homosexualidad en España.
MANIFIESTO:
El Boletín Oficial del Estado número 10, del 11 de enero de 1979,
págs. 658 y 659 recogía la modificación de la Ley 77/ 1978, de 28 de diciembre,
de modificación de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social y de su
reglamento, quedando de esta manera despenalizada la homosexualidad en el
Estado español. Si bien su entrada en vigor sería posterior, justamente el 31
de enero del mismo año.
A pesar de los cambios sociales y legislativos que en
nuestro país a realizado en materia de derechos reconocidos a las personas
LGTBI, los cuáles culminaron con el reconocimiento del matrimonio entre los
ciudadanos del mismo sexo por parte del Tribunal Constitucional, la homofobia
continúa estando presente en numerosos sectores de nuestra sociedad.
Tanto por la memoria de los represaliados, por su
“disidencia” sexual o de género, como por la necesidad ético-cívica de prestar
atención a las secuelas de intolerancia que todavía se detectan, desde la
Asociación de Ex-Presos Sociales de España no queremos olvidar a todas las
personas que tuvieron la desdicha de vivir su homosexualidad durante la
dictadura franquista. Es por ello que solicitamos a los colectivos una especial
atención hacia el colectivo LGTB de la tercera edad. A los que ahora pudieran
en su “legalizada” viabilidad verse acosados por ser quienes son. Es
fundamental recordar a la sociedad civil en general y al asociacionismo en particular,
la especificidad de las personas LGTB de la tercera edad.
Porque aunque parezca mentira, los gays también nos hacemos
mayores y con la llegada de la plena madurez, nuestras necesidades
cambian. En este sentido, debemos conseguir un trato igualitario en el sistema
sanitario del cual podamos disfrutar sin ningún tipo de discriminación de los
mismos derechos que el resto de nuestros conciudadanos en una Sanidad
Pública.
Se habla en los medios educativos de “iniciativa
emprendedora”. Se propone ser creativo en los márgenes de un discurso
político en el que se llega al envilecimiento de resaltar nuestros posibles
fracasos y de la necesidad de “recortar” y no de nuestra falta de inversión en
los servicios sociales, sean estos de educación, sanidad y/o dependencia.
Queremos lanzar una apuesta por la juventud, una juventud que corre el riesgo
de ser entontecida por los valores de la oferta y la demanda, una juventud en
la que siguen siendo reales los casos de bullying homofóbico. A estos
adolescentes LGTB hay que prestar también la debida atención educativa en la
diversidad que representan. Deseamos una educación no sectaria ni manipuladora.
Nos parece hilarante que los reyes de la ideología y del
mito no hayan parado hasta no derribar los contenidos sobre diversidad
afectivo-sexual en nuestros currículos. Queremos una Ética universalista, de
profundo calado humanístico y filosófico, de mínimos cívicos, que forme a
nuestra juventud en los elementos teóricos y prácticos de convivencia que
incluyen un conocimiento básico de la diversidad humana. No queremos una
Ética, “alternativa a la Religión”, que nos hace regresar a un decenio anterior
a la propia Ley de Peligrosidad cuya caducidad ahora celebramos. El derecho a
saber los asiste a todos ellos, el derecho a ser respetados en su personalidad,
no es ya una asignatura, sino que debería ser algo recogido en los reglamentos
de los propios Centros Educativos.
Queremos lanzar un mensaje que active las conciencias
adormecidas, las sensibilidades asustadas. El respeto a la diversidad, el
proyecto de los Derechos Humanos, el desarrollo de nuestra Democracia, es algo
nunca acabado. Es como montar en bici cuesta arriba, cualquier desidia, nos
haría retroceder a niveles de inhumanidad que han de quedar en una memoria
crítica y formativa para el futuro.
Asociación Ex-Presos Sociales
En Xirivella a 30 de enero de 2014
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