jueves, 18 de febrero de 2010

Renate Costa estremece en la Berlinale con la persecución contra gays en la dictadura paraguaya




17/02/2010
La cineasta paraguaya Renate Costa estremeció hoy al público de la Berlinale con el documental "Cuchillo de Palo", en el que investiga la vida de su tío Rodolfo, fallecido hace diez años, para narrar la tragedia de los homosexuales perseguidos por la dictadura paraguaya.

En la película, de factura española y estrenada en la sección de Panorama, fuera de concurso, Costa se embarca en un trabajo de investigación para dar con las temibles listas policiales, que incluían el nombre de muchos homosexuales -entre ellos el de su tío-, al tiempo que ahonda en los secretos de su familia.

El misterio sobre la vida de Rodolfo Costa se va desenredando, en un primer momento, a través de los silencios y las medias frases de quienes lo conocieron hasta dar con un dato clave: fue uno de los gays incluidos entre la lista de los fatídicos "108", una cifra maldita que terminó borrada de las calles y de las matrículas.

"108 detenidos, maltratados, torturados, humillados por su condición de homosexuales", apunta Costa durante el metraje. Tras el pase de su película, la cineasta explicó que fue sólo hacia el final del rodaje, en 2008, una vez perdió las elecciones el Partido Colorado (conservador), en el poder desde 1954, que cada vez más personas se animaron a ofrecer sus testimonios.

"El miedo a hablar quedó clavado en el pecho del país", apunta la realizadora en un momento de la cinta. Cuando se planteó rodar el filme, hace ya cuatro años, dudaba de que su familia fuera a apoyarla a desvelar quién fue su tío, una figura trágica e incómoda, y uno de esos "secretos que todos callan pero todos saben".

"Sólo mi padre me ayudó. Quizá porque soy su única hija o porque vio que no tenía otra alternativa", explicó. Pedro Costa, padre de la cineasta, se convierte en el entrañable y a la vez testarudo portavoz de una familia que usó toda su capacidad oratoria para "enderezar" al hermano descarriado, según él, "en vano".

Rodolfo apareció muerto hace diez años, desnudo, en su piso, al que la familia prohibía a la cineasta y a sus primos acercarse y según la leyenda familiar, "murió de tristeza", un misterio que la cinta no quiere ni pretende resolver. La cineasta recurre a los antiguos compañeros de parranda de su tío para recuperar la historia de un hombre diferente, con vocación de artista, que vivió atormentado por no herir a su familia y dividido entre el personaje que aparentaba ser en público y el alma sensible que fue entre sus allegados.

"Lo más duro para mí fue enseñarle a mi papá los documentos que demostraban que mi tío estuvo en la cárcel y lo que sufrió. Ahora ha visto el documental aquí en Berlín y le parece muy bien que lo haya hecho", explicó la realizadora.

El filme denuncia que la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-89), empleó en la década de los ochenta al colectivo homosexual como chivo expiatorio del asesinato de un niño al que, según varios de los entrevistados, mandó matar el propio hijo del dictador, que era secretamente gay.

"Cuchillo de palo" enfrenta además a dos generaciones, la de los padres, convencidos de lo "feo" y lo "sacrílego" de la homosexualidad -"lo natural es lo natural" y "el homosexual no es un varón en una indefinidad" dice su padre-, y la de los hijos, que descubren escandalizados los abusos que sufrió ese colectivo.

"Al principio del rodaje quería que mi padre me entendiera a mí pero al final comprendí que somos los hijos los que tenemos que entender a los padres, que vivieron cosas que no podemos imaginar y que fueron muy duras", señaló Costa, para quien "la doble moral y el cinismo de la dictadura son huellas muy difíciles de borrar".

La cineasta considera que va a ser "difícil" poder estrenar su película en Paraguay puesto que se dicen cosas "muy duras" del hijo de Stroessner. "Todos los días salimos en la prensa y los comentarios que deja la gente son duros", explicó.

"Cuchillo de Palo" se exhibió dentro de la sección de Panorama, que también ha proyectado durante el festival otras dos producciones españolas "El mal ajeno", de Oskar Santos, producida por Alejandro Amenábar, y "Nacidas para sufrir", de Miguel Albaladejo.
Nuria Vicedo (EFE).

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