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La chica ha encontrado su coche quemado
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El matrimonio Agag-Aznar estuvo en una fiesta de Berlusconi con una de sus acompañantes
El matrimonio Agag-Aznar estuvo en una fiesta de Berlusconi con una de sus acompañantes
MARCOS PARADINAS
Barbara Montereale tuvo el valor de sentarse ante los periodistas de La Repubblica para contar cómo eran las fiestas de Berlusconi. En una de esas fiestas cenó en el restaurante de Flavio Briatore, el Grill del Billionaire, acompañando al periodista Emilio Fede. ¿Sólos? No, con ellos compartieron mesa Ana Aznar, hija del ex presidente del Gobierno, y su marido Alejandro Agag, amigo íntimo del magnate de Renault. Desde su denuncia, Barbara ha sufrido un robo en su piso y ahora le han quemado el coche.
Mientras, Berlusconi sigue mostrándose en estado puro. Al primer ministro italiano se le pueden criticar infinidad de cosas, pero nadie puede negarle ser un tipo espontáneo y natural. “Soy un gran entretenedor” aseguró ayer. Durante una visita a L’Aquila, la ciudad devastada por el terremoto de abril y en la que murieron 299 personas, Berlusconi habló con unos obreros que trabajan en la reconstrucción: “Si todo va bien os traigo a las bailarinas, a las menores, porque si no nos tomarán por homosexuales”. Los trabajadores, lejos de echarse las manos a la cabeza, respondieron: “¡Y nosotros nos la llevamos a casa!”
Récord absoluto
La frivolidad de Berlusconi sobre las prostitutas y las menores, una más que añadir a su colección, refleja una manera única de ser y hacer política. “Soy un gran entretenedor, eso lo doy por descontado”, comentó el primer ministro italiano. “Yo soy así y no cambio. Los italianos me quieren, tengo el 61% [de popularidad]. Récord absoluto de occidente”. Según él, ese amor popular se debe a que creen que es “bueno, generoso, sincero, leal”.
¿Accidente o aviso?
A la que no parecen irle también las cosas es a Barbara Montreale, una de las bellas jóvenes que se atrevió a contar como eran las fiestas con Berlusconi. Lo hizo en una entrevista filmada y publicada en La Repubblica, un diario progresista al que el primer ministro ha tildado de subversivo y contra el que ha alentado un boicot, pidiendo a los anunciantes salir de sus páginas. Ayer, el coche de la joven velina apareció abrasado.
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