vigilancia. Soldados israelíes patrullan la céntrica calle Jaffa de Jerusalén. efe/jim hollanderEl ejército israelí, un armario abierto
El ejército de Israel tiene una de sus facetas menos conocida en su papel de punta de lanza de los derechos de los homosexuales, lesbianas y transexuales en sus filas, algo en lo que va por delante de la sociedad.
Daniela Brik, Jerusalén. efe
Considerado como uno de los más poderosos en el campo de batalla y en capacidad tecnológica, el ejército israelí (el Tsahal) figura entre los poco más de veinte en el mundo que permite servir en sus filas a personas que abiertamente declaran su homosexualidad.
En los últimos años asociaciones de gays, lesbianas y transexuales imparten conferencias y organizan talleres para que, desde el recluta recién llamado a filas hasta el comandante, conozcan cuáles son los principales problemas a los que se enfrentan los miembros de la comunidad dentro del ejército.
"Nuestro trabajo es cambiar todo tipo de prejuicios a través de la educación. Solemos presentar experiencias personales y damos orientación profesional a soldados y comandantes", explica Yael Rabhon, directora de la organización Hoshen (Educación y Cambio), que coopera con las Fuerzas Armadas.Respaldo de la legislación militarDentro del ejército de Israel los homosexuales viven una situación ambivalente, pues en los últimos años cada vez son más los jóvenes y militares de carrera que deciden salir del armario al contar con el respaldo de la legislación castrense, que prohíbe expresamente y castiga toda discriminación.
Sin embargo, persiste la homofobia en un estamento caracterizado por la demostración de la hombría y otros estereotipos. Avner Dafni, director de la organización de gays, lesbianas y transexuales Camoni-Camoja (Como yo-Como tú), revela un caso en el que soldados gays fueron golpeados por sus compañeros en una operación en territorio palestino.
"Esto no ha salido a la luz porque las víctimas acudieron a nosotros y prefirieron que el ejército lo resolviera directamente. Hablamos con los comandantes y los agresores pagaron por lo que hicieron", agrega Dafni.
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