Un asesinato homófobo cada dos días en México
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A. ALFAGEME - México
Tania vestía ayer una blusa blanca con bordados de colores, "muy mexicana", decía, y entregaba información en uno de los tenderetes de la conferencia internacional del sida. Tiene 27 años y es periodista. Ya no vive en su casa, ya no tiene trabajo, pero sí unos cuántos golpes en el cuerpo. Y todo porque hace un año inició el proceso de cambio de sexo. "Mis padres me llamaban puto [homosexual] constantemente, me decían que iba a contagiar el sida a toda la familia, en el trabajo me dejaron de hablar, me sobrecargaron y por la calle ya no sé las veces que acabé peleándome por todos esos insultos". Tania lo puede contar. Una de sus amigas transexuales, no. Murió en abril, a los 22 años, después de que la secuestraran y la violaran.
México tiene el dudoso honor de registrar un asesinato homófobo cada dos días, según datos del Consejo Nacional contra la Prevención y Discriminación. Es el segundo país del mundo donde ocurren más muertes por esta causa, después de Brasil. Casi la mitad de los mexicanos (un 48%) no permitiría que un gay viviera en su casa y, según una encuesta reciente, prácticamente todos los homosexuales preguntados (94%) se sienten discriminados.
Tania acudió el sábado en la primera marcha contra la homofobia que recorrió México DF como preludio de Conferencia del Sida. Ambos asuntos van parejos: más de la mitad de las infecciones por el virus en este país (57%) son por sexo entre hombres. En la concentración, el secretario (ministro) de Salud José Ángel Córdova, fue increpado con gritos de mentiroso y oportunista. "Es que en México existe homofobia institucional", explicaba ayer el socialista español Pedro Zerolo, que habló en la marcha "lo que encuentran la mayoría de los agredidos es que se mira hacia otro lado".
Como en el caso en el que intervino Jaime López, coordinador de la Agenda LGBT: una paliza a dos lesbianas y a un gay, hace unos meses: "Un policía les golpeó. Al final de la noche en la que estuvimos dando vueltas de una instancia a otra, el agresor había superado el tiempo de detención y quedó libre. Por eso, para nosotros España es un gran ejemplo". "Le pediremos a la vicepresidenta que los países que dan dinero contra el sida exijan a los receptores que se atiendan los problemas de los homosexuales", clamaba Toni Poveda, presidente de la Federación Estatal de Gays y Lesbianas española.
Tania acudió el sábado en la primera marcha contra la homofobia que recorrió México DF como preludio de Conferencia del Sida. Ambos asuntos van parejos: más de la mitad de las infecciones por el virus en este país (57%) son por sexo entre hombres. En la concentración, el secretario (ministro) de Salud José Ángel Córdova, fue increpado con gritos de mentiroso y oportunista. "Es que en México existe homofobia institucional", explicaba ayer el socialista español Pedro Zerolo, que habló en la marcha "lo que encuentran la mayoría de los agredidos es que se mira hacia otro lado".
Como en el caso en el que intervino Jaime López, coordinador de la Agenda LGBT: una paliza a dos lesbianas y a un gay, hace unos meses: "Un policía les golpeó. Al final de la noche en la que estuvimos dando vueltas de una instancia a otra, el agresor había superado el tiempo de detención y quedó libre. Por eso, para nosotros España es un gran ejemplo". "Le pediremos a la vicepresidenta que los países que dan dinero contra el sida exijan a los receptores que se atiendan los problemas de los homosexuales", clamaba Toni Poveda, presidente de la Federación Estatal de Gays y Lesbianas española.
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