Un enlace gay en Marruecos acaba con seis detenidos tras difundirse en YouTube
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No ha debido de ser la única, pero sí la primera que ha trascendido. Medio centenar de hombres y mujeres organizaron el 19 de noviembre, en Alcazarquevir (Marruecos) una fiesta gay en la que dos varones contrajeron matrimonio, un juramento sin ningún valor legal en el país. Acaso se inspiraron en la legalización de las bodas homosexuales en España, que ha tenido gran impacto entre los gays marroquíes, cuya orientación está castigada con penas de seis meses a tres años de cárcel.
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No ha debido de ser la única, pero sí la primera que ha trascendido. Medio centenar de hombres y mujeres organizaron el 19 de noviembre, en Alcazarquevir (Marruecos) una fiesta gay en la que dos varones contrajeron matrimonio, un juramento sin ningún valor legal en el país. Acaso se inspiraron en la legalización de las bodas homosexuales en España, que ha tenido gran impacto entre los gays marroquíes, cuya orientación está castigada con penas de seis meses a tres años de cárcel.
La noticia de la celebración se propagó en la ciudad con rapidez, sobre todo porque uno de los participantes colocó en YouTube unas imágenes del festejo en la que se veía a un hombre ataviado con el caftán propio de las novias. Muchos invitados bailaban al ritmo de la gnanoua, una danza de inspiración subsahariana.
Alcazarquevir, una pequeña ciudad del antiguo protectorado español, es conservadora y devota hasta el punto de haber elegido a un alcalde del Partido de la Justicia y Desarrollo (PJD), la formación islamista moderada. Tras la oración del viernes, cientos de fieles -el diario Al Massae asegura que fueron miles- se echaron a la calle para denunciar el "vil ataque a los principios y los valores del Islam y de la nación". La televisión marroquí ignoró la protesta.
La ira islamista llegó a Rabat, donde Mustafá Ramid, el jefe del grupo parlamentario del PJD, no dudó en comparar lo sucedido en Alcazarquevir con "otra forma de terrorismo en el país del Comendador de los Creyentes". El rey Mohamed VI es también el jefe religioso de los musulmanes en Marruecos. "Los verdaderos extremistas son aquellos que exageran en la modernidad y que celebran en público su descarrío moral", escribió en su columna Rachid Niny, el director de Al Massae, el periodista más leído de Marruecos.
Como sucede con frecuencia desde hace unos años, las autoridades empezaron por hacer la vista gorda ante las fiestas privadas homosexuales, pero el clamor islamista les incitó a actuar. Para acallarlo, la fiscalía de Alcazarquevir emitió, el lunes, un comunicado en el que anuncia que ha ordenado la apertura de una investigación y que seis sospechosos han sido ya detenidos e imputados.
El comunicado señala que a algunos de los que tomaron parte en el festejo se les considera "pervertidos sexuales" y añade que el organizador de la velada tiene antecedentes penales. Se trata de un contrabandista de alcohol procedente de Ceuta, según fuentes locales. El ministerio público equipara así homosexualidad y delincuencia.
Desde que hace tres años la policía detuvo en Tetuán a los 45 asistentes a una fiesta de cumpleaños gay, nunca las autoridades marroquíes habían vuelto a actuar contra las celebraciones homosexuales. Los detenidos en la antigua capital del protectorado fueron rápidamente puestos en libertad sin cargos.
Alcazarquevir, una pequeña ciudad del antiguo protectorado español, es conservadora y devota hasta el punto de haber elegido a un alcalde del Partido de la Justicia y Desarrollo (PJD), la formación islamista moderada. Tras la oración del viernes, cientos de fieles -el diario Al Massae asegura que fueron miles- se echaron a la calle para denunciar el "vil ataque a los principios y los valores del Islam y de la nación". La televisión marroquí ignoró la protesta.
La ira islamista llegó a Rabat, donde Mustafá Ramid, el jefe del grupo parlamentario del PJD, no dudó en comparar lo sucedido en Alcazarquevir con "otra forma de terrorismo en el país del Comendador de los Creyentes". El rey Mohamed VI es también el jefe religioso de los musulmanes en Marruecos. "Los verdaderos extremistas son aquellos que exageran en la modernidad y que celebran en público su descarrío moral", escribió en su columna Rachid Niny, el director de Al Massae, el periodista más leído de Marruecos.
Como sucede con frecuencia desde hace unos años, las autoridades empezaron por hacer la vista gorda ante las fiestas privadas homosexuales, pero el clamor islamista les incitó a actuar. Para acallarlo, la fiscalía de Alcazarquevir emitió, el lunes, un comunicado en el que anuncia que ha ordenado la apertura de una investigación y que seis sospechosos han sido ya detenidos e imputados.
El comunicado señala que a algunos de los que tomaron parte en el festejo se les considera "pervertidos sexuales" y añade que el organizador de la velada tiene antecedentes penales. Se trata de un contrabandista de alcohol procedente de Ceuta, según fuentes locales. El ministerio público equipara así homosexualidad y delincuencia.
Desde que hace tres años la policía detuvo en Tetuán a los 45 asistentes a una fiesta de cumpleaños gay, nunca las autoridades marroquíes habían vuelto a actuar contra las celebraciones homosexuales. Los detenidos en la antigua capital del protectorado fueron rápidamente puestos en libertad sin cargos.
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