Ficha policial de Antoni Ruiz, prohibida toda reproducción
"Nos han devuelto la dignidad"
Los represaliados por su condición sexual durante el franquismo aseguran que se ha hecho justicia tras el reconocimiento moral y económico de España a su sufrimiento
Antonio Ruiz tenía 17 años cuando confesó en su casa su condición de homosexual. Su madre acudió a una monja en busca de ayuda para este 'problema' y la religiosa acabó denunciando ante las autoridades al joven.
Fue condenado a tres meses de prisión y a permanecer lejos de su hogar durante un año. Así es como comenzó su calvario, a causa de su orientación sexual, durante los años de dictadura que le tocó vivir.
En aquellos días la orientación e identidad sexual de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales estaba criminalizada y unas 4.000 personas sufrieron esta represión.
A los miembros de este colectivo se les aplicó, primero, desde 1954, la Ley de Vagos y Maleantes y, después, entre 1970 y 1979, la norma de Peligrosidad y Rehabilitación Social, que conllevaba penas de cárcel e, incluso, tratamientos con electro shock encaminados a enderezar unas conductas consideradas no adecuadas, enfermas, mediante la anulación del deseo sexual.
Tiempo de hacer Justicia
Antonio Ruiz es hoy el presidente de la Asociación de Ex presos Sociales y, exultante, afirma: "Nos han devuelto la dignidad".
El motivo de su alegría no es otro que el de la aprobación ayer en el Congreso de los Diputados de una partida, incluida en los Presupuestos Generales del Estado, de dos millones de euros para indemnizar a los represaliados y encarcelados durante el franquismo por su orientación e identidad sexual.
Esta compensación económica es una medida que se adopta por vez primera en el mundo y que incide en el papel a nivel internacional que juega España en la lucha por la igualdad de las personas homosexuales.
Es un nuevo éxito de una lucha que, a nivel asociación, comenzó hace 12 años y que ha vivido sus días más intensos durante las dos últimas legislaturas.
"En este tiempo se ha conseguido que el Parlamento reconociera en 2004 nuestro papel de víctimas; que el Gobierno, a través de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, colocara placas conmemorativas en algunas de las prisiones en las que fuimos encarcelados y que la Ley de Memoria Histórica refleje lo que padecimos", indica Ruiz.
Cincuenta beneficiarios
Desde la Asociación de Ex presos Sociales se cree que la medida aprobada ayer en el Congreso "beneficiará a unas 50 personas, que son los represaliados que estimamos que quedan vivos del total de 4.000 personas a las que se les aplicó las leyes franquistas por su condición sexual".
Antonio Ruiz afirma que todo está documentado mediante expedientes judiciales y penitenciarios y que aquellos que quieran solicitar la ayuda y demostrar su condición de víctimas no tienen más que solicitar copias testimoniadas de esos expedientes.
Satisfacción en la comunidad homosexual
Desde la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), su presidente, Antonio Poveda también ha celebrado la aprobación de la "histórica y pionera" indemnización económica que pagará el Estado y se ha apresurado en felicitar a los responsables de la Asociación de Ex Presos Sociales por lo que han logrado.
"Por fin se hace justicia", ha dicho Poveda, quien afirma que "durante la actual legislatura el Gobierno, apoyado por las fuerzas progresistas - especialmente por IU-, se ha hecho eco de la práctica totalidad de las demandas de nuestro colectivo y ha colocado al país como ejemplo a seguir a nivel mundial en cuanto a la lucha por la igualdad de las personas homosexuales".
Poveda comenta orgulloso cómo en el día de ayer tuvo una reunión con la ministra de Asuntos Sociales de Suecia, interesada en conocer cómo se había producido en España tal número de avances legales en materia de derechos de las personas homosexuales en tan poco tiempo.
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