El 20% de los hombres que se prostituyen en España tiene VIH

Ligan el uso del preservativo a una barrera simbólica. Creen controlar, a simple vista, si la persona con la que van a mantener relaciones sexuales está sana o les puede contagiar alguna infección o enfermedad de transmisión por esa vía, en función de variables tan peregrinas como su estado civil, su aspecto físico o el estado de su piel (manchas, granos, etcétera). Y, como es obvio, en multitud de ocasiones, se equivocan.

Se trata de los hombres que ejercen la prostitución en la Comunidad de Madrid, un colectivo menos visible que el de las mujeres, y que, además, está doblemente estigmatizado: por el hecho de vender su cuerpo y por hacerlo con personas de su mismo sexo.De este colectivo, del que no hay cifras aproximadas por los motivos expuestos, salvo los 1.600 atendidos por la Fundación Triángulo y otros 2.000 clientes con quienes realizó un total de 7.000 intervenciones el pasado año, sí puede decirse que el riesgo de infección del VIH es 25 veces mayor en ellos que en las mujeres que se dedican a la misma actividad. Así lo asegura el primer estudio de estas características en castellano, que pretende acercarnos a la realidad de los «Trabajadores masculinos del sexo: aproximación a la realidad en la Comunidad de Madrid», cabe subrayar que el 20% de los estudiados son seropositivos, frente al 0,8% de las féminas, según el informe realizado por la citada entidad Triángulo, en colaboración con la Consejería de Sanidad y Consumo y el Ministerio del mismo nombre.¿Cuáles son las razones de esa prevalencia tan exagerada? No utilizar métodos de protección, a pesar de que el 97% de los encuestados así lo aseguran. El motivo es que mantienen comportamientos distintos en sus relaciones privadas (pareja) y en las comerciales (clientes). Así, el cien por cien no usa preservativo con sus compañeros sentimentales porque «confían plenamente en ellos».En cuanto a los clientes, tienen comportamientos distintos y sólo se protege aproximadamente el 50%, según afirmó el doctor Jorge del Romero, uno de los responsables del estudio. Así sí le consideran fiable: «Está casado, saludable o le atrae físicamente, no lo utilizan. Por el contrario, otro grupo sí lo emplea con quienes no desean, por razón de su edad, higiene o desagrado». Otros no mantienen ninguna pauta definida, manifestó Alejandra Chacón, socióloga, que también ha colaborado en el informe.Fracaso preventivo«Estos resultados son inquietantes, dado que se ha comprobado que una de las principales vías de contagio en la población homosexual de VIH y sida es a través de las relaciones sexuales con sus parejas», añadió el doctor Del Romero, coordinador del Centro Sanitario Sandoval, que ha recopilado los datos del estudio entre 1986 y 2006. Prueba de ello es que el 6% de los varones que desarrolla el virus del sida se había hecho análisis previos que dieron un resultado negativo. «Se infectaron después, lo que supone un evidente fracaso en la prevención».Para mejorar esta situación, plantean la coordinación entre las ONG y las administraciones, la edición de material informativo y la educación del sistema sanitario para que les atienda sin prejuicios, manifestó la psicóloga Daniela Rojas.