Gina Serra
Derechos
Una transexual lleva a los tribunales a un geriátrico de Barcelona
Gina Serra alega que la despidieron por su condición sexual
Iván M. García, Barcelona
Gina Serra realizó a mediados de enero una entrevista de trabajo en uno de los geriátricos de la empresa Euroresidencias, el de la calle Caballero 17, de Barcelona. Todo fue bien. Muy bien. La emplazaron a otro de los centros a cumplimentar el contrato de trabajo: tres meses con un periodo de pruebas."Ahí empezó a torcerse todo. Cuando saqué el DNI", dice esta transexual de 47 años. "Me dijeron que me incorporaba al día siguiente. Pero aún no me habían explicado la normativa ni como funcionaba la residencia", añade.Diez días después sonó el teléfono de su domicilio. "'Estás despedida. Mañana no hace falta que vengas', fue lo que me dijeron. Que no había superado los días de pruebas", apostilla con resignación esta auxiliar de geriatría.Caso pioneroEl caso es que el lunes se celebrará en el Juzgado de lo Social número 18 de Barcelona el primer juicio en el que se alegue discriminación laboral por transexualidad de España. Gina Serra contra Euroresidencias, perteneciente a la constructora Sacyr Vallehermoso."No me dieron el uniforme, ni taquilla, tuve la llave el día que me despidieron. Además, me pidieron que me cambiara en el baño y no en el vestuario, como las demás compañeras", dice Serra, que asegura que en los 10 días que trabajó en la residencia nunca tuvo un problema con los empleados ni con los residentes. Y que jamás le llamaron la atención.Quiere la readmisión"Sólo quiero volver trabajar", dice. "No quiero sacarles dinero". Pero eso fue lo único que Gina se llevó de la Sección de Conciliaciones del Departamento de Trabajo de la Generalitat de Catalunya tras denunciar su caso. "Euroresidencias reconoció que el despido fue improcedente, aunque dijeron que se debió a motivos profesionales y me pagaron 1.200 euros. Pero lo que necesito es trabajar". La empresa no ha hecho declaraciones y ha remitido a ADN a la sentencia judicial.
Gina Serra realizó a mediados de enero una entrevista de trabajo en uno de los geriátricos de la empresa Euroresidencias, el de la calle Caballero 17, de Barcelona. Todo fue bien. Muy bien. La emplazaron a otro de los centros a cumplimentar el contrato de trabajo: tres meses con un periodo de pruebas."Ahí empezó a torcerse todo. Cuando saqué el DNI", dice esta transexual de 47 años. "Me dijeron que me incorporaba al día siguiente. Pero aún no me habían explicado la normativa ni como funcionaba la residencia", añade.Diez días después sonó el teléfono de su domicilio. "'Estás despedida. Mañana no hace falta que vengas', fue lo que me dijeron. Que no había superado los días de pruebas", apostilla con resignación esta auxiliar de geriatría.Caso pioneroEl caso es que el lunes se celebrará en el Juzgado de lo Social número 18 de Barcelona el primer juicio en el que se alegue discriminación laboral por transexualidad de España. Gina Serra contra Euroresidencias, perteneciente a la constructora Sacyr Vallehermoso."No me dieron el uniforme, ni taquilla, tuve la llave el día que me despidieron. Además, me pidieron que me cambiara en el baño y no en el vestuario, como las demás compañeras", dice Serra, que asegura que en los 10 días que trabajó en la residencia nunca tuvo un problema con los empleados ni con los residentes. Y que jamás le llamaron la atención.Quiere la readmisión"Sólo quiero volver trabajar", dice. "No quiero sacarles dinero". Pero eso fue lo único que Gina se llevó de la Sección de Conciliaciones del Departamento de Trabajo de la Generalitat de Catalunya tras denunciar su caso. "Euroresidencias reconoció que el despido fue improcedente, aunque dijeron que se debió a motivos profesionales y me pagaron 1.200 euros. Pero lo que necesito es trabajar". La empresa no ha hecho declaraciones y ha remitido a ADN a la sentencia judicial.
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