Vincent Autin y Bruno Boileau ya son “marido y marido”. La pareja se ha casado esta tarde en el Ayuntamiento de Montpellier en una boda histórica: el primer enlace gay de Francia. Se celebra tres días después de la tercera masiva manifestación en París organizada por los colectivos ultra que se oponen al matrimonio entre personas del mismo sexo, en un país donde el 65% de la población apoya estas uniones.
Técnico de turismo, activista gay y militante socialista, Vincent, y el funcionario Bruno han permanecido serios pero muy emocionados durante la boda que ha oficiado la alcaldesa Helene Mandroux, que en su parlamento ha asegurado que el de hoy “es un gran día para el país y la República”. “La ley del matrimonio para todos es una ley de fraternidad que refuerza nuestra sociedad y supone una etapa en la modernización de nuestro país”, ha dicho.
Con traje negro los dos: uno con corbata, el otro con pajarita, los novios se han dado el “oui” y se han fundido en un largo beso, mientras las 500 personas que han seguido el enlace en la calle gritaban emocionadas. También en la sala de gala del Ayuntamiento se han congregado 500 personas entre familiares, amigos, activistas, políticos y la ministra de los derechos de las mujeres.
Tras la ceremonia, Autin tomó la palabra. "Nuestro primer pensamiento es para todos los militantes que han luchado. Hoy caminamos hacia la igualdad, pero todavía queda camino por recorrer", ha dicho.
Los novios no solo estaban acompañados por sus amigos y familiares, sino también por un dispositivo de 100 agentes de policía y unos 140 periodistas nacionales e internacionales.
El ministro francés del Interior, Manuel Valls, ya ha lanzado una advertencia a los que se oponen a los enlaces entre personas del mismo sexo, según recoge el diario Le Figaro. "No se tolerará ningún disturbio del orden público", declaró Valls el pasado domingo, cuando tuvo lugar la tercera manifestación masiva contra las bodas gais en París, en la que hubo más de 100 detenidos por actos violentos. La marcha reunió a decenas de miles de personas que volvieron a mostrar su rechazo a estas uniones.
Desde que la promesa electoral del presidente François Hollande empezó a tomar forma cuando se aprobó el proyecto de ley en la Asamblea Nacional el 12 de febrero de 2013, se han sucedido las protestas por parte de la derecha francesa. El pasado marzo, cientos de miles de personas marcharon por las calles de la capital en otra manifestación multitudinaria, que los organizadores cifraron en casi un millón y medio de asistentes y las autoridades policiales en unos 300.000.
Un caso que muestra el recrudecimiento de la homofobia en Francia fue el de Wilfred de Bruijn, un holandés de 38 años que recibió una brutal paliza mientras paseaba por las calles de París del brazo de su novio francés, Olivier, el pasado mes de abril. “Es todo producto de la ignorancia y del miedo. Es triste, pero no tienen motivos para estar asustados. Nosotros no queremos quitarle nada a nadie. Solo vivir libres, iguales y con dignidad”, dijo Brujin, al que le diagnosticaron siete fracturas de huesos en la cara y un diente menos.
A pesar de esta evidente oposición, un 65% de los franceses están a favor del matrimonio gay, según reveló un sondeo del IFOP realizado en 2012. El18 de mayo de 2013, Francia se convirtió oficialmente en el decimocuarto país en permitir los enlaces entre personas del mismo sexo, cuando se publicó la ley en el Boletín Oficial del Estado, un día después de que el Consejo Constitucional la aprobara.
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