Gays, lesbianas, bisexuales y trans compartieron la Avenida de Mayo, algunos en carrozas, junto a autodefinidos heterosexuales. También reclamaron que se faciliten los trámites para todos los hijos de parejas del mismo sexo.
No fue una marcha más, esta vigésima edición de la Marcha del Orgullo Lésbico Gay Bisexual y Trans que circuló en la tarde de ayer por Avenida de Mayo, recorriendo al ritmo de música electrónica o cumbia el tramo que une la Plaza de Mayo con la Plaza de los Dos Congresos.
Si bien en la convocatoria de 2010 (la primera tras la aprobación del matrimonio igualitario) participaron más de 100 mil personas, en esta ocasión pudo verse a una gran cantidad de familias acompañando el reclamo. Familias conformadas por dos mujeres con hijos, por dos hombres con bebés en brazos o las tradicionales familias heterosexuales con changuito, bebé y abuela, un combo integracionista difícil de pensar algunos años atrás.
“Queremos que se sancione la ley de identidad de género y se resuelvan los trámites para el cambio a doble apellido de los hijos de parejas establecidas anteriormente a la Ley de matrimonio igualitario, que están teniendo dificultades”, dijo el activista Alex Freyre, de la Fundación Buenos Aires Sida.
Desde temprano en la tarde, las coloridas carrozas de las distintas agrupaciones (Federación LGTB, La Cámpora, CHA, 100% Diversidad) estuvieron animando la convocatoria en un clima de franca libertad. “El matrimonio entre personas del mismo género instaló a Buenos Aires como una de las ciudades vanguardia en la diversidad sexual, pese a que tiene el intendente más fascista de los últimos 20 años. Eso hay que celebrarlo y seguir profundizando”, dijo a Tiempo Argentino Alberto, un hombre que eligió definirse como “heterosexual integracionista de 62 años”.
Como es habitual, la marcha llenó la Avenida de Mayo de banderas multicolores y de personas bailando en cueros al ritmo de los potentes amplificadores que llevaban los camiones-carroza. También reapareció la imagen de personas fotografiando a travestis posando en trajes de baño o a los clásicos besos gay apasionados.
En lo que respecta al pedido de la ley de identidad de género, el reclamo que domina la escena en esta ocasión, se supo que un plenario de comisiones de Diputados analizará la semana próxima un proyecto que habilita rectificar, sin intervención judicial, los datos de las personas en los registros públicos para que coincidan con la identidad de género elegida.
“Toda persona mayor de 16 años podrá solicitar la rectificación del nombre, el sexo e imagen registral en todos los registros públicos en los que figuren tales datos y no coincidan con su género autopercibido”, señala el primer artículo de la iniciativa que podría obtener dictamen favorable el martes próximo durante una reunión conjunta de las comisiones de Legislación y Justicia, después de un intento fallido en agosto pasado.
Existen cuatro proyectos que plantean que las travestis y transexuales sean reconocidos a partir de la identidad de género con la que ellas se sienten representados, independientemente de su sexo biológico.
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