La ley de Matrimonio y Unión Civil del gobierno escocés aprobó con nota el primero de los tres obstáculos parlamentarios que tendrá que superar, con 98 votos a favor contra 15 y cinco abstenciones.
Los ministros dijeron que la iniciativa es lo correcto a hacer, pero la Iglesia de Escocia y la Iglesia Católica se oponen.
Ángel Ramos Las parejas del mismo sexo en Escocia actualmente tienen la opción de entrar en lo que se denominan "asociaciones civiles", y ha habido indicaciones de que las primeras ceremonias de boda entre personas del mismo sexo podrían tener lugar a comienzos de 2015, cuando se apruebe previsiblemente la legislación.
Los ministros han insistido en que nadie de la comunidad religiosa se vería obligada a celebrar ceremonias para parejas homosexuales en las iglesias.
Para el gobierno de Escocia, según el secretario de salud Alex Neil, esta ley "permitirá a todas las personas que se aman a tener las mismas oportunidades que los demás en Escocia porque el matrimonio será reconocido a ojos de la ley". "Eso va a crear una sociedad más tolerante en Escocia y significará que, en relación con el matrimonio, habrá una verdadera igualdad de derechos en toda la comunidad", remarcó.
El líder conservador escocés, Ruth Davidson, quien es abiertamente gay, manifestó al Parlamento su respeto por la institución del matrimonio y dijo: "Quiero extender este derecho, y no sólo a mí, sino también a los miles de personas a través de Escocia a los que se les dice que la ley les dice que 'no'. Ellos no pueden casarse con el amor de su vida, no se les permite. Y a menos que cambiemos esta ley, nunca podrán".
La laborista Mary Fee también apoyó el proyecto de ley, diciendo: "Después de haber estado casada durante 36 años y de criar dos hijos, me esfuerzo por entender cómo la introducción de esta ley puede llegar a afectar en nada a mi matrimonio."
En el otro extremo, John Mason, del Partido Nacional Escocés, se opuso al proyecto de ley diciendo que los dos argumentos principales en su contra eran que el matrimonio es entre un hombre y una mujer y que la legislación no proporcionará la protección adecuada para los que no estén de acuerdo. "Se puede argumentar si los que apoyan o se oponen a la ley tienen el mayor número de su lado, pero ciertamente no hay el gran apoyo fuera de este lugar –el Parlamento– que parece que hay dentro", declaró.
Esta primera votación favorable al matrimonio igualitario allana el camino hacia su aprobación a pesar dela presión que grupos católicos están llevando a cabo para que la ley no llegue a buen término, según han denunciado asociaciones LGTB escocesas.
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