Activistas homosexuales y nacionalistas ortodoxos rusos se enfrentaron hoy  durante una protesta gay no autorizada frente a la Duma (legislativo) de Moscú,  que concluyó con varios detenidos.
Los homosexuales protestaban por la aprobación en varias ciudades rusas,  incluida San Petersburgo, de una ley contra la propaganda homosexual.
La Duma moscovita ha comenzado a debatir esa ley, que prevé multas en  metálico contra las personas físicas y jurídicas que hagan propaganda  homosexual, en la que se incluye también la pedofilia, lo que ha indignado a la  comunidad homosexual.
La policía llevó a cabo las detenciones en cuanto estallaron los primeros  enfrentamientos entre los homosexuales y los nacionalistas ortodoxos que se  oponen a las manifestaciones públicas de esas minorías.
"Moscú no es Sodoma", gritaban los nacionalistas al ser detenidos, según  informan las agencias locales.
Entre los detenidos figura el líder de la comunidad homosexual rusa, Nikolái  Alexéyev, quien convocó la protesta y fue apresado por la policía cuando  respondía a las preguntas de los periodistas frente al edificio del Ayuntamiento  de la capital rusa.
Para evitar incidentes la policía local había acordonado el edificio de la  Duma, que se encuentra en la céntrica calle Tverskaya, mientras las autoridades  ordenaron el inicio de obras para sustituir las baldosas de la acera  adyacente.
Desde 2006 los homosexuales rusos se manifiestan cada mes de mayo para  protestar contra su discriminación, acciones para las que el Ayuntamiento nunca  les ha dado autorización.
La Asociación Internacional de Gais y Lesbianas ha señalado a Rusia y a  Moldavia como los países europeos donde menos se respetan sus derechos.
"En materia de derechos humanos, lo que incluye a los homosexuales, Rusia se  parece más a Irán y Corea del Norte, que a Occidente", aseguró a Efe Vladímir  Voloshin, redactor jefe de "KVIR", la revista más popular entre la comunidad  homosexual rusa.
Las organizaciones homosexuales consideran que la ley sobre propaganda supone  una violación de la libertad de expresión y es un simple pretexto para seguir  prohibiendo las marchas del orgullo gay.
El último intento de celebrar una marcha del orgullo gay en mayo de 2011 en  la capital rusa desembocó en choques violentos entre activistas homosexuales y  ultranacionalistas, y en la detención de varias decenas de personas.
Según una encuesta del Centro Levada, un 74 % de los rusos creen que los gais  y lesbianas tienen una problema mental y son amorales, mientras menos de la  mitad opina que deben tener los mismos derechos que los heterosexuales.
El artículo 121 del código penal de Rusia, que sancionaba con penas de cárcel  las prácticas homosexuales, no fue abolido hasta 1993, año en que también se  dejó de considerar la homosexualidad como una enfermedad mental.

No hay comentarios:
Publicar un comentario