En 2009, fue asesinado el hondureño Walter Trochez, activista de la comunidad  lésbico-gay. En la investigación de su muerte, no hubo detenidos. El defensor de  derechos humanos ya había escapado de un intento de secuestro, en el cual sufrió  amenazas y golpizas, según Amnistía Internacional.
Al menos 20 miembros de la comunidad lésbica, gay, bisexual y transgénero  (LGBT) fueron asesinados en Honduras entre 2010 y 2011, informó hoy el  Comisionado de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, que responsabilizó de ello  "a personas particulares y agentes de seguridad".
En un informe del organismo, Custodio indicó sin especificar las cifras que  un alto porcentaje de las víctimas fueron asesinadas con armas de fuego, armas  blancas y por estrangulamiento.
Agregó que en los últimos años la comunidad LGBT ha sido víctima además de  abusos de autoridad, lesiones, detenciones ilegales, robo, hostigamiento,  violación sexual, amenazas de muerte y violencia intrafamiliar, entre otro tipo  de agresiones.
Custodio señaló que "es motivo de preocupación" que la población homosexual  "sea víctima de múltiples y graves violaciones a sus derechos humanos" en  Honduras.
"En Honduras hay una desmedida discriminación hacia la población transgénero  y de la diversidad sexual", señala el documento.
El defensor del pueblo hondureño también indicó que "uno de los derechos más  violentados" a los miembros de la comunidad LGBT "es el derecho a la vida".
Según el estudio del organismo defensor de derechos humanos, los agentes de  la Policía, taxistas, familiares, vecinos y guardias de seguridad son los más  denunciados por las personas de esta comunidad.
Lo anterior, de acuerdo al informe, se ve reflejado en "la discriminación,  odio, prejuicio o aversión contra hombres homosexuales, mujeres lesbianas y  personas bisexuales, transgénero, travestis, transexuales e intersexuales".
Según el ombudsman hondureño, en la mayoría de los casos las violaciones a  los derechos humanos de las personas LGBT quedan "en total impunidad por la  falta de investigación".
Agregó que Tegucigalpa, en el centro del país, y San Pedro Sula, en el norte,  son las ciudades en las que se violentan más los derechos humanos de los  homosexuales.
Custodio recordó que en noviembre de 2010 una delegación del Gobierno de  Honduras se comprometió ante la Organización de las Naciones Unidas "a  investigar los abusos e intensificar las acciones encaminadas a combatir la  violencia contra los miembros" de la comunidad LGBT". 

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