EFE, Washington
Los homosexuales extranjeros que se casen con un estadounidense no pueden optar al permiso de residencia que recibirían en el caso de una unión heterosexual, denunció hoy el Centro de Política de Inmigración de EE.UU., que exigió un cambio en la reglamentación.
Unas 36.000 parejas se ven afectadas por esta situación, indicó el Centro, que tiene como misión concienciar sobre cuestiones de inmigración.
Seis estados de EE.UU. reconocen el derecho al matrimonio homosexual, que no existe a nivel federal, por lo que no se les aplican las leyes migratorias que permiten que un cónyuge extranjero pueda recibir la residencia permanente.
La sección tercera de la ley de Defensa del Matrimonio (DOMA), aprobada durante el mandato de Bill Clinton y que establece que el matrimonio sólo ocurre entre hombre y mujer, fue declarada por la Administración Obama como inconstitucional, aunque aún está vigente.
"Estados Unidos va a perder a personas que aman este país porque no reconocen nuestros derechos: tenemos aquí a nuestra familia y no podemos vivir en el país", dijo Erwin de León, de nacionalidad filipina y casado con una persona de su mismo sexo en Washington.
De León relató cómo su madre, en apenas unos meses, había logrado el permiso de residencia permanente, mientras a él le era denegado por estar casado con su marido tras una relación de más de trece años.
"Uno puede estar en las sombras, pero yo tengo una carrera y unas perspectivas profesionales y quiero tener el derecho a desarrollarlas", añadió.
En algunos casos extremos, gais o lesbianas extranjeras que han podido contraer matrimonio en Estados Unidos han sido deportados a sus países de origen ante la imposibilidad de regular su situación.
"Se trata de una situación de persecución discriminatoria, en los que muchos son llegados a tratar como criminales", precisó Neilson.
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