La Habana, 28 jun (EFE).- Un reducido grupo de activistas cubanos independientes protagonizó hoy en La Habana una inusual "marcha-paseo" para celebrar en la calle, por primera vez en la isla, el Día del Orgullo Gay.
Este acto se celebró al margen de las actividades culturales que también programó el oficial Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) que dirige Mariela Castro, hija del presidente de Cuba, Raúl Castro.
Apenas diez personas participaron en la convocatoria del Observatorio LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) de Cuba y caminaron por el céntrico Paseo del Prado portando banderas multicolor -símbolo de la diversidad sexual- hasta llegar casi al famoso Malecón donde concluyeron la marcha con un abrazo "colectivo".
En declaraciones a corresponsales -que superaban en número a los participantes en la marcha-, la directora del Observatorio LGBT, Leannes Imbert, lamentó que el Cenesex no se haya sumado a esta actividad a pesar de haber hecho llegar una invitación a Mariela Castro.
"Nuevamente perdieron la oportunidad (en alusión a ese organismo oficial) de demostrarle al mundo que eso que han gritado es cierto, que aquí se respetan los derechos", criticó Imbert, quien denunció que en Cuba aún existe discriminación para el colectivo LGBT.
"Todavía hay expulsiones de los centros laborales, todavía hay trabas a la hora de acceder a ciertos puestos de trabajo y ese es uno de los objetivos del Observatorio: dar curso legal a las demandas por esas violaciones", explicó la activista.
Sobre la escasa participación en la marcha, donde no se produjeron incidentes, Imbert declaró que la seguridad del estado ha obligado a activistas a permanecer en sus casas y denunció que, antes de llegar la prensa extranjera a la zona, había un despliegue "muy grande" de la policía.
La bloguera crítica Yoani Sánchez se refirió hoy a esta actividad en su sitio web "Generación Y" y en su cuenta de la red social Twitter donde destacó que "la gente se atreve cada día un poquito más, se oyen expresiones de crítica que eran impensables hace un tiempo".
"Vale la pena reconocer que en los últimos años en Cuba se ha avanzado en el respeto a la diferencia de orientación sexual, pero de ahí a permitir que la comunidad LGBT se afilie de manera espontánea y se lance a las calles a festejar su diversidad va un largo tramo", escribe Yoani Sánchez en su blog.
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