lunes, 2 de mayo de 2011

Argentina: El tiempo de los derechos



La existencia de colectivos de personas cuyo género sexual es “diferente” a lo que marcan las tradiciones, ya está generando un activismo legal con implicancias políticas.

Por María Eva Guevara
Una vez que las fronteras de la ciudadanía se ensanchan en comunidades ocultas nada puede frenar el avance de nuevos derechos. Es parte del signo de los nuevos tiempos, no esperar que el Estado se limite a “conceder”, desde arriba, cambios de nombre o cambios de sexo que anteriores ciudadanas y/o ciudadanos no habían necesitado, sino “atreverse” a más. A generar desde abajo una verdadera ruptura de tradiciones civiles cómodamente instaladas una visión de lo moral que en nada ayudan a ampliar hoy la esfera de los derechos humanos.

En Mendoza, la existencia de colectivos de personas cuyo género sexual es “diferente” a lo que marcan esas tradiciones, ya está produciendo un activismo legal con implicancias políticas. Por supuesto que hay un contexto propicio, sin lugar a dudas, opera el precedente de Florencia Trinidad, más conocida como Florencia de la V. Gracias a un fallo judicial, Florencia no tiene más un DNI con un nombre de varón, situación de lo más absurda en la Argentina. Ahora bien, son muchas las travestis y personas transexuales que están “indocumentadas”, es decir, carecen de un DNI que exprese su verdadero nombre y género. De ahí que han empezado a mirar con expectativa lo que ocurra en el Congreso de la Nación. Allí hay dos proyectos de ley que están en estado parlamentario. Uno, siguiendo los pasos que ya dieron los fallos judiciales reconociendo la diversidad sexual (Ley de Identidad de Género), y el otro, intentando asegurar dignidad y calidad de vida al garantizar una atención integral de la salud de las personas trans.

El cambio cultural . El pasado 8 de abril, en la Casa de la Memoria, la delegación de Mendoza del INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) presentó un Guía orientada a periodistas con el fin de despejar dudas usuales y sugerir términos respetuosos para las personas trans. Lo interesante de dicha Guía es que apunta a fortalecer una suerte de alianza natural entre el colectivo militante de travestis, transexuales y transgéneros y los periodistas, en pos de una batalla cultural librada a través del lenguaje. Eso sí, de dicha alianza ya se prefiguran pasos hacia delante y algunos hacia atrás. Ejemplo de lo último fue la edición del 15 de abril del Diario UNO cuyo titular decía: “Un travesti quedó internado grave por inyectarse silicona líquida en sus senos”. La noticia se refería a Sirena Alexandra y se hacía eco de las declaraciones de “sus amigos”, todo un sinsentido absurdo de parte del mismo medio que sí respeta la identidad de género de personas famosas como Florencia de la V.

Camila Sáez, una de las protagonistas del film “Las Viajadas” (ver aparte) tiene su propia visión del tema. Para ella éste es un momento fantástico, donde hay puertas que se abren, es decir, hay instancias de contacto social antes no activadas que permiten “ver más allá del lado oscuro de la vida o de lo que es el mundo de las travestis. Para Camila, la cuestión no pasa por negar u ocultar nada de esa realidad, más bien por pensar que todo sería más fácil, si de por sí no fuese tanta la gente a la que le gusta tener cosas en lo turbio todavía”. Camila dialogó con Veintitrés luego de una pausa de la filmación de la serie que justamente fue premiada por contar situaciones como la que ella vivió hace dos semanas atrás caminando por la calle durante la madrugada. La Policía de Mendoza la arrestó y le aplicó los artículos 54, 55 y 56 del Código de Faltas, a la sazón, las herramientas de una aprehensión ilegal so pretexto de sancionar una oferta sexual en la vía pública.

“Lo que pasó es que fui tratada como delincuente”, contó Camila. Y añadió: “Te llevan a lugares donde tienen a cualquier delincuente y te tratan como a un delincuente cualquiera, los policías sólo dicen que ése es su trabajo, pero lo que hace es catalogarte por el sólo hecho de andar por ciertas calles. Y no es sólo que te detienen, te hacen análisis que son invasivos, te sacan sangre quieras o no, tenés que dejarte hacer el isopado en un box donde suelen haber dos o tres personas, o sea, sin ningún respeto a la intimidad, si no lo hacés, te dan más días de arresto”.

Esta práctica de la aprehensión de las travestis es una realidad cotidiana en Contraventores, con sede en el Palacio Policial. Ya la asesora legal del INADI de Mendoza, la doctora Sandra Passarella ha hecho planteos de inconstitucionalidad basados en un dictamen del 2008 elaborado por la Dirección de Derechos Humanos de la provincia. En dicho dictamen se recomienda la derogación de la Ley 3365, o sea, el Código de Faltas de la Provincia ya que contiene artículos violatorios de los Pactos Internacionales de Derechos Humanos. El tema es que aún los partidos políticos con representación parlamentaria siguen sin debatir el rumbo de la política criminal, convalidando por omisión una práctica discriminatoria y criminalizadora que a diario es desplegada por agentes policiales o judiciales que actúan como agentes sanitarios sin la formación necesaria para hacerlo.

Materias pendientes. El movimiento LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans) viene proporcionando la información básica sobre el tema, celebrando algunos logros obtenidos a través de la militancia colectiva como la derogación del artículo 80 del Código de Faltas que criminalizaba la “simulación de sexo”, pero también, señalando todo lo que aún falta por hacer. Claudia Pía Baudracco, operadora política contra la discriminación del Programa de Diversidad Sexual del INADI Nacional –y además fundadora de ATTTA (Asociación Travestis, Transexuales, Transgéneros de la Argentina) puso de relieve la necesidad de terminar con los códigos contravencionales que dan pie a las detenciones arbitrarias. También proporcionó datos alarmantes que justifican plenamente la puesta en vigencia de una ley de atención integral de la salud: “Yo siempre digo que las trans no somos vulnerables, que a las trans se nos vulneran los derechos y por eso somos una población con vulnerabilidad incrementada”, señaló Claudia.

Los datos que arrojó hablan de situaciones epidemiológicas graves: “Si hablamos de expectativas de vida, la de los hombres y mujeres en América Latina es de 84 años, mientras que la de las mujeres trans es de 35 años”, señaló. Según Baudracco, “el gran tema pasa por la restitución de la identidad, que no es una cuestión de cosmética. Es que se reconozca realmente quién soy, no es que cambio de nombre y dejo algo sin pagar, o si alguien es un narcotraficante y va a venir al país a cambiar de identidad. La realidad es que la continuidad jurídica va a existir, el apellido va a ser el mismo, el número de documento es único, y hay algo que no vamos a poder modificar o rectificar que es la huella digital, única e irrepetible. Ahora bien, si bien la ley de identidad de género ha tenido muchos fallos favorables en la justicia, ha tenido que ver con el cambio de sexo y con la patologización de la transexualidad, con eso no estamos de acuerdo”, puntualizó.

Desde la comunidad trans de Mendoza hubo voces de apoyo y adhesión a los tres ejes planteados por el Foro LGTTB, el ATTTA y el INADI: derogación de los artículos discriminatorios del código de faltas, acceso a la justicia a través del asesoramiento jurídico gratuito, y respeto y reconocimiento a la identidad de género en los ámbitos educativos, de salud y laborales. Una de las integrantes de la comunidad trans de Mendoza expresó: “La ley de Identidad me parece algo muy bueno. Cambiar el documento es lo que más me gustaría. Yo tengo una familia, tengo hijos e ir con ellos y que me pidan el documento y mostrar el documento de hombre sería algo feo. También poder acceder a servicios sociales, a ir al médico. Si voy al médico tengo que ir a un médico privado. Si voy al Hospital me piden mi verdadero nombre. En el centro de salud del barrio hay una médica que es lesbiana y me trata bien, hay respeto. Con respecto a la policía debo decir que siempre me marginó y me trató mal”.

Por su parte, otra integrante de ATTA (Asociación de Travestis y Transgéneros de Argentina, delegación Mendoza) dijo a Veintitrés que “En Mendoza estamos un poco olvidadas, por eso ahora nos estamos visibilizando un poco más y nos va a ayudar en esta pelea. Esta ley nos va abrir puertas que hoy están cerradas, como por ejemplo al acceso a la salud que no es bueno, y a terminar con la persecución policial que existe. La modificación de los artículos contravencionales es mucho peor que el anterior, los art. 54, 55 y 55 bis y lo que queremos es la derogación absoluta para poder seguir con nuestras vidas normales, vivir como una mujer normal”.

No hay comentarios: