viernes, 25 de marzo de 2011

Piden 30 años de prisión para el hombre que mató de 31 puñaladas a una transexual




Juicio con jurado. Ignacio V.O. la mató el 28 de septiembre de 2009. La conoció en un bar, la acuchilló en su casa, le robó las pertenencias y las vendió por 20 euros en Pamplona

El asesino de Linsy Acosta, la transexual colombiana que apareció muerta el 8 de octubre de 2009 en un piso de la calle Alfareros, 10 días después su muerte, ya estaba en la cárcel cuando la Policía Judicial de la Comisaría de Burgos lo detuvo por este crimen. Pero se va a pasar unos cuantos años más a la sombra a juzgar por la calificación que han realizado de los hechos tanto la Acusación particular como la Fiscalía. La primera pide 25 años de prisión para él por un delito de asesinato y otros cinco por otro de robo con intimidación. El Ministerio Público solicita 17 años y seis meses de prisión por la muerte del transexual y cuatro por el robo. En ambos casos demandan una indemnización para los padres -viven en Colombia- de 60.000 euros. El juicio, con jurado, se celebrará entre el 4 y 9 de julio.

Linsy Acosta murió desangrada como consecuencia de las heridas provocadas por un arma blanca. La Fiscalía revela ahora que le asestó 31 cuchilladas entre el cuello, la cabeza, el pecho, las manos, los hombros, los brazos y los antebrazos.

Los hechos ocurrieron entre la tarde del día 28 de septiembre de 2009 y la madrugada del 29. Ignacio V.O., de 35 años de edad en estos momentos, salió a la una de la tarde de la cárcel del Dueso (Santander), donde cumplía una condena por robo con intimidación. Cogió un autobús y se dirigió a la capital burgalesa, ya que confiaba en encontrar a su novia en el centro RETO de Villayerno Morquillas. Allí se dirigió en taxi a las 20 horas. Pero no la encontró, y lo pagó con la encargada, a la que insultó y amenazó.

Volvió a la capital y decidió irse de fiesta. En uno de los bares a los que entró esa noche se encontró con Linsy Acosta (Colombia, 1965) y no pararon de beber en toda la noche. Ya de madrugada se dirigieron a la casa del transexual en el número 5 de la calle Alfareros, donde vivía sola y se dedicaba a la prostitución.

La intención de Linsy, según señala el escrito de la Fiscalía, era mantener relaciones sexuales con el asesino a cambio de dinero. Sin embargo, no eran las de él. Lo que perseguía era robarle todos los objetos de valor de la casa para poder sufragarse su adicción a las drogas.

Para llevar a cabo su propósito tomó un cuchillo y acorraló a Linsy contra la pared del salón. Primero la atemorizó con pequeños pinchazos en el pecho dirigidos a que ella le entregara todo el dinero. Al poco tiempo, debido en parte a su estado de embriaguez, cayó al suelo sin poder defenderse. Ese fue el momento que aprovechó el Ignacio V.O. para ensañarse con ella. Le asestó 31 cuchilladas que provocaron su muerte. Pero no las tenía todas consigo y después le colocó un cojín en la cara para asfixiarla, pero en ese momento, indica el escrito de acusación, ya había fallecido.

Cuando hubo consumado el crimen registró toda la casa, armarios, cajones, en busca de dinero y objetos de valor. Cogió una maleta roja marca Fénix e introdujo la documentación de la víctima -el pasaporte y la tarjeta sanitaria-, un cordón plateado, un collar de eslabones, tres mecheros y el cuchillo con el que mató a su víctima. En otra bolsa metió un DVD, un cargador y el móvil de la víctima, gran error. Porque gracias a ello la Policía pudo localizar la señal a través de los repetidores entre Burgos y Pamplona.

A las 8,30 del día 29 de septiembre el autor del asesinato se marchó de casa para dirigirse a la estación de autobuses, donde tomó un vehículo para dirigirse a Pamplona. Allí contactó con su novia y le entregó la maleta con los collares, el cuchillo y los carnés de Linsy. Una maleta que apareció el día 24 de octubre en el registro que la Policía de Burgos realizó en una casa en la calle Zapaterías de Pamplona, donde fueron detenidas dos personas que después quedarían en libertad por estos hechos. Les vendió el botín por 20 euros. La Policía encontró la otra bolsa el 27 de octubre en el registro de otro piso en Pamplona.

El cadáver de Linsy Acosta apareció el día 8 de octubre en el piso de Alfareros, en avanzado estado de descomposición. La detención del autor material del crimen se produjo el día 27 de octubre, en la cárcel de Pamplona, donde ingresó el día 5, solo seis días después de cometer el crimen. Entró en prisión por dar el tirón a una mujer en la pamplonica plaza de la Cruz el día 4 de octubre.

La Fiscalía señala que el acusado padece trastorno mental y del comportamiento e inestabilidad emocional por el consumo de cocaína y heroína así como por su adicción al alcohol. Indica también que un estado de intoxicación por el consumo de sustancias pudo afectar a sus «capacidades intelectivas», «pero no queda acreditado ni el consumo de esas drogas ni su grado de intoxicación».

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