movilización. Una mujer rellena la solicitud de baja ante el arzobispado.
La Audiencia Nacional da la razón al primer apóstata e insta al arzobispo a darle de baja
El arzobispo de Valencia comentó el miércoles entre sonrisas que ahora que es cardenal no le pueden caer mal ni las críticas. Fue como una premonición. A Agustín García-Gasco le esperaba ayer, su primer día como purpurado, una mala nueva.
Alfons Garcia, Valencia La Audiencia Nacional ha dado la razón por primera vez a un apóstata valenciano al dictaminar que el arzobispado ha de cumplir la orden de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) y debe anotar en la partida de bautismo del interesado que se ha dado de baja. Por ahora, este hecho no sucederá, ya que la institución eclesiástica tiene previsto recurrir y ha solicitado la suspensión de ejecución de la sentencia y la Audiencia Nacional la ha concedido, manifestaron ayer fuentes del arzobispado a Levante-EMV. Pese a todo, el recurso de casación ante el Tribunal Supremo aún no está presentado. La diócesis de Valencia ha sido donde el movimiento apóstata ha alcanzado mayor notoriedad social, gracias también a la caja de resonancia que supuso la visita de Benedicto XVI en 2006. Aunque las primeras solicitades de renuncia de la fe se presentaron en 2004, la campaña contra la estancia del Papa dio pie a actos públicos masivos en los que centenares de personas entregaron su petición de baja en el palacio arzobispal. La respuesta del arzobispo ha estado en consonancia con la fuerza del colectivo apóstata. Mientras otros prelados españoles acataban las resoluciones de la Agencia de Protección de Datos y realizaban la anotación de baja del interesado en el libro de bautismo, García-Gasco optó por recurrir ante la Audiencia Nacional (el órgano judicial al que competen las actuaciones de la AEPD). Hasta ahora, lleva más de 70 resoluciones recurridas. Sólo el arzobispo de Madrid ha seguido el ejemplo, aunque con cifras mucho menores. La sentencia dada a conocer ayer abre un camino importante, aunque no llena de satisfacción a todos los apóstatas. Algunos despachos de agencia indicaban ayer que esta primera sentencia afecta a Albert Villanova, el valenciano que impulsó el movimiento con la creación de una web con consejos para salirse de la Iglesia. No obstante, tanto Villanova -en la actualidad, fuera de España- como su abogada, la síndica de Compromís pel País Valencià, Mònica Oltra, señalaron a este diario que no tienen ninguna comunicación oficial. Este joven no se conforma con que la Iglesia anote que se ha dado de baja en sus libros, sino que exige que se borre su nombre de los registros eclesiásticos. Por ello, tiene un recurso propio en la Audiencia, al margen del resuelto ahora, que es el interpuesto por el arzobispado. Sea como sea, Villanova expresó su satisfacción porque el fallo marca una dirección positiva. «Es un buen regalo para el cardenal», dijo Oltra. «Estoy muy contenta porque demuestra que se puede luchar contra las grandes instituciones», agregó.
Alfons Garcia, Valencia La Audiencia Nacional ha dado la razón por primera vez a un apóstata valenciano al dictaminar que el arzobispado ha de cumplir la orden de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) y debe anotar en la partida de bautismo del interesado que se ha dado de baja. Por ahora, este hecho no sucederá, ya que la institución eclesiástica tiene previsto recurrir y ha solicitado la suspensión de ejecución de la sentencia y la Audiencia Nacional la ha concedido, manifestaron ayer fuentes del arzobispado a Levante-EMV. Pese a todo, el recurso de casación ante el Tribunal Supremo aún no está presentado. La diócesis de Valencia ha sido donde el movimiento apóstata ha alcanzado mayor notoriedad social, gracias también a la caja de resonancia que supuso la visita de Benedicto XVI en 2006. Aunque las primeras solicitades de renuncia de la fe se presentaron en 2004, la campaña contra la estancia del Papa dio pie a actos públicos masivos en los que centenares de personas entregaron su petición de baja en el palacio arzobispal. La respuesta del arzobispo ha estado en consonancia con la fuerza del colectivo apóstata. Mientras otros prelados españoles acataban las resoluciones de la Agencia de Protección de Datos y realizaban la anotación de baja del interesado en el libro de bautismo, García-Gasco optó por recurrir ante la Audiencia Nacional (el órgano judicial al que competen las actuaciones de la AEPD). Hasta ahora, lleva más de 70 resoluciones recurridas. Sólo el arzobispo de Madrid ha seguido el ejemplo, aunque con cifras mucho menores. La sentencia dada a conocer ayer abre un camino importante, aunque no llena de satisfacción a todos los apóstatas. Algunos despachos de agencia indicaban ayer que esta primera sentencia afecta a Albert Villanova, el valenciano que impulsó el movimiento con la creación de una web con consejos para salirse de la Iglesia. No obstante, tanto Villanova -en la actualidad, fuera de España- como su abogada, la síndica de Compromís pel País Valencià, Mònica Oltra, señalaron a este diario que no tienen ninguna comunicación oficial. Este joven no se conforma con que la Iglesia anote que se ha dado de baja en sus libros, sino que exige que se borre su nombre de los registros eclesiásticos. Por ello, tiene un recurso propio en la Audiencia, al margen del resuelto ahora, que es el interpuesto por el arzobispado. Sea como sea, Villanova expresó su satisfacción porque el fallo marca una dirección positiva. «Es un buen regalo para el cardenal», dijo Oltra. «Estoy muy contenta porque demuestra que se puede luchar contra las grandes instituciones», agregó.
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