jueves, 23 de agosto de 2007

Una mirada a los derechos de la población Lgtb


Foto: Olga Lucía Lozano


Una mirada a los derechos de la población Lgtb



Bogotá es un escenario para la discusión de políticas públicas de lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas, conocida como la población Lgtb, pero, ¿cómo es la situación de este grupo de la población? ¿Hay avances? ¿Se ha retrocedido?

Fecha: 08/22/2007 - Esta semana se celebra el Encuentro Nacional e Internacional de Políticas Públicas para la población Lgbt, organizado por la Alcaldía de Bogotá. El objetivo es debatir y compartir los avances de las políticas públicas en otras ciudades. Esto pone a la ciudad al lado de ciudades como Madrid, Ámsterdam, o Ottawa, en las cuáles el avance ha sido notorio en materia de derechos de este grupo de la población. “Bogotá se convierte en un referente importante en el tema de la transformación hacia una ciudad más diversa, más participativa e incluyente”, indicó José Fernando Serrano, coordinador académico del evento. En este participarán abanderados en el tema como, Alex Hunter, que fue el primer concejal, abiertamente homosexual de la ciudad de Ottawa. Su trabajo por la igualdad de los derechos de la población Lgtb tiene más de 20 años, dentro de los cuáles se destaca su participación en una comisión que lideró la campaña para que Canadá se convirtiera en el cuarto país en aprobar la igualdad legal del matrimonio entre personas del mismo sexo en 2005. La población Lgtb cada vez logra más reconocimiento en la esfera pública, esto se debe a la gestión realizada por ONG y sectores de la sociedad civil que propenden por el reconocimiento de sus derechos. Este evento refrenda el avance que ha logrado, no sólo la población homosexual, sino las minorías, en materia de la reivindicación de sus derechos. No obstante, estos logros no han estado exentos de tropiezos, y no significan una reducción de las violaciones a los derechos de este sector de la población.
“A pesar de los avances todavía falta mucho para atenuar los problemas de invisibilidad, violación a sus derechos y la falta de políticas públicas”, indicó Marcela Sánchez, directora de Colombia Diversa, una ONG que se ocupa de la defensa de los derechos de la población Lgtb. Este grupo de la sociedad todavía es víctima de violencia, discriminación en razón de su orientación sexual. El año pasado Colombia Diversa publicó un informe que reveló la difícil situación que vive la población Lgtb. En este se destaca el asesinato selectivo promovido por grupos de limpieza y grupos armados al margen de la ley, casos de discriminación en el trabajo, en los colegios y en la atención médica. En esta última se señaló la generalización que hacen los sistemas de salud al equiparar población Lgtb con portadores de VIH. Lo más impactante del informe es la denuncia del asesinato, en Bogotá, de cerca de 12 gays por año con un modus operandi semejante: contacto de victimario y víctima en un sitio de homosocialización, invitación al lugar de residencia de la víctima, maltrato y ejecución, con evidencia de actividad sexual. A esto se suma el rechazo generalizado de la sociedad que en algunos casos hecha mano de la violencia para manifestar su homofobia:“Permanentemente recibimos denuncias de acoso por parte de la Fuerza Pública, hay manuales de convivencia en los colegios que no admiten a los homosexuales y también son muchos los casos de discriminación laboral”, afirmó Sánchez.. En el caso de la discriminación el problema no es sólo por falta de herramientas legales que la prohíban, sino la falta de instrucción y el permanente mensaje de rechazo por parte de los sectores más conservadores y religiosos radicales. Según el informe, esto está asociado a la falta de políticas públicas que defiendan a este sector de la población, de manera que muchos delitos quedan impunes y sin la debida investigación. Reversazos El movimiento social, generado a partir de la reivindicación de los derechos de la población Lgtb, vio un mensaje negativo para el avance de su reconocimiento en dos casos relacionados: el proyecto de ley que buscaba la protección de los derechos patrimoniales y en materia de seguridad social, y el proyecto que establecía los lineamientos para una política pública en la ciudad de Bogotá. El primero se cayó en el “último minuto”, después de haber sido aprobado en el Senado, y el segundo por un voto, luego de debate en el Concejo de Bogotá. El 7 de febrero, la Corte Constitucional falló una sentencia a favor del reconocimiento de los derechos patrimoniales de las parejas conformadas por personas del mismo sexo. Esta retiró del articulado de la ley las palabras “hombre” y “mujer”. Así reconoció que ambos tipos de parejas, heterosexual y homosexual, luego de haber convivido por lo menos dos años pueden hacer uso de este derecho. Un clima de optimismo rodeaba el proyecto de ley que buscaba la reivindicación de los derechos de pensión, previsión y herencia de la población Lgtb. Luego de dos años de trámite y de haber sido aprobado en los correspondientes debates, el 19 de junio cuando sólo faltaban los ajustes de unificación de los proyectos aprobados por la Cámara y el Senado, seis de los congresistas que habían votado a favor, cambiaron de decisión. Estos votos sumados a los opositores, de sectores conservadores y cristianos, hicieron que el proyecto “muriera” dejando por fuera los derechos patrimoniales de 1.2 millones de parejas homosexuales que hay en Colombia, según registros de Colombia Diversa. Con esta ley, las uniones civiles no tendrían distinción y las parejas homosexuales gozarían de los mismos derechos que aquellas heterosexuales que viven bajo el régimen de unión libre. Para algunos sectores esto es interpretado como un ‘reversazo’ que obligó a los interesados en defender esta causa a formular un nuevo proyecto que empiece a partir de cero con todas las dificultades que esto puede tener. Lo mismo ocurrió con el Proyecto de acuerdo número 357 de 2007 por medio del cual se establecían los lineamientos de la política pública para las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas, en Bogotá. Se perdió con ocho votos en contra y siete a favor, en la Comisión de Gobierno del Concejo de Bogotá. La población Lgtb se quedó sin legislación en derechos patrimoniales en el nivel nacional y sin los lineamientos para una política pública en la ciudad de Bogotá. Esto los dejó en la condición de vulnerabilidad en la que siempre han estado. “Esto ocurre porque hay imaginarios negativos que interpretan el homosexualismo como algo enfermizo, ilegal o pecaminoso. Para erradicar la discriminación en el nivel político, educativo y cultural se requiere de un proceso que empiece por lo legal”, explicó Sánchez. A pesar de eso, el movimiento social continúa, y este encuentro es producto de la gestión política que viene consolidando. “Hace parte del desarrollo de la democracia. Finalmente, el movimiento Lgtb, no sólo busca defender sus intereses, sino que también ha diversificado su agenda en aras de los derechos de otras minorías”, concluyó Serrano.

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