martes, 21 de enero de 2014

Rusia prohíbe que los gays se acerquen a los niños










El presidente Vladimir Putin ha pedido "tranquilidad" a los homosexuales pero les aconseja "no acercarse a los niños"

El país más grande del mundo celebrará los Juegos Olímpicos de invierno en apenas unos días

Cuando Jesucristo pronunció la mítica frase: “Dejad que los niños se acerquen a mí”, probablemente no pensaba que, 2.000 años después, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, fuese a pronunciar su misma frase pero en sentido contrario, como principal eslogan de su nueva campaña homófoba que ya ha explotado en las redes sociales.
Porque el líder político ruso ha decidido continuar con su cruzada contra los homosexuales y sigue en su empeño de transformar al país más grande del mundo en el más heterosexual del mundo. La última amenaza ha ido directamente a matar, intentando comparar a los gays y lesbianas con pederastas.
En su discurso dirigido a los voluntarios de los Juegos Olímpicos de invierno, que se celebrarán en su país, ha “tranquilizado” a todos diciendo que “podéis sentiros libres de ser gays y lesbianas, y podéis estar tranquilos, pero no os acerquéis a los niños”. La frase nos resulta tan chocante como surrealista, pero especialmente dañina. ¿Qué les ocurrirá en unos días a los homosexuales que trabajen en escuelas? ¿Y a los que cuiden de sus sobrinos?
Confiamos en que alguien pueda pararle los pies y que esto se pare radicalmente, porque ante tanta frase indirecta y tanta amenaza, los ciudadanos rusos homosexuales corren serio peligro en su propio país.

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