domingo, 4 de agosto de 2013

El párroco de Moya asegura que nunca confesó al estudiante gay de teología


El párroco Andrés Rodríguez, en primer término, durante el Corpus Christi del pasado mes de junio, en Moya








Andrés Rodríguez afirma que si Pedro Lorenzo "cree que he revelado el secreto de confesión, tiene la obligación de denunciarme ante el tribunal de la Iglesia"


El párroco de la Villa de Moya, Andrés Rodríguez, alegó ayer que "no tengo conciencia de oírle en confesión", en referencia al director de la Residencia de Mayores de Moya, Pedro Lorenzo, quien declaraba ayer haber sido presionado para que abandonara sus aspiraciones de ser sacerdote por su homosexualidad. Lorenzo apuntó que la noción sobre su condición sexual pudo trascender en el seno de la Diócesis de Canarias después de que el cura de su parroquia, Rodríguez, lo filtrara, y que ello implicaría la ruptura del secreto de confesión. Como dijo Lorenzo, "lo transmití en mis confesiones".
El sacerdote moyense aseguró no haberle confesado nunca y que, por tanto, no ha atentado contra el secreto de confesión. Andrés Rodríguez lleva alrededor de treinta años ejerciendo en la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria, situada en el pueblo del norte grancanario.

De otro lado, el párroco puso el acento en la siguiente cuestión: "Si Pedro cree que he revelado el secreto de confesión, tiene la obligación de denunciarme ante el Tribunal de la Iglesia". De acuerdo con el Derecho Canónico, el secreto confesional es inquebrantable y un sacerdote no puede contarle a nadie aquello de lo que se ha hablado en la confesión. En el caso de que se demostrase el quebrantamiento del secreto o sigilo de confesión, el clérigo sería excomulgado de inmediato.

El gerontólogo Pedro Lorenzo había afirmado el pasado miércoles que desde el Rectorado del Seminario se le conminó a "un seguimiento" con la idea de observar si "mejoraba" en sus inclinaciones sexuales, cuando pretendía acceder al seminario durante sus estudios teológicos en el Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias (ISTIC).

Aunque Lorenzo aseguró haber abandonado su intención de ser sacerdote en base al rechazo que dijo haber sufrido desde la Iglesia, y con cuyas causas, sentenció, "no comulgo", se mostraba con una disposición distinta a la hora de juzgar las últimas declaraciones del Papa Francisco.

El pontífice, pese a que ya condenó al llamado lobby (grupo de presión) gay dentro del Vaticano en unas declaraciones el pasado mes de junio, afirmó el pasado lunes que no pretende juzgar a los homosexuales, que no deben ser marginados y deben ser integrados en la sociedad.

Francisco hizo esas afirmaciones en un encuentro con los periodistas que le acompañaban en el avión con el que regresó a Roma desde Río de Janeiro, donde presidió la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). El Papa compareció durante hora y media ante varios periodistas y respondió a las preguntas que le hicieron , en algunos casos referentes a temas delicados.

Las citadas palabras del pontífice sobre el supuesto sector eclesial pro gay existente en el Vaticano o las citas de Francisco al escándalo del robo y filtración de documentos de Benedicto XVI y el del prelado italiano Nunzio Scarano, acusado de fraude y corrupción, fueron muestra de un talante que el moyense Lorenzo percibe como "un cambio" en la institución.

Así mismo, el grancanario había dicho que con las últimas declaraciones del Papa, "los homosexuales se sienten tranquilos", puesto que son unas palabras que producen "esperanza" e indican que se "está reconociendo cosas".

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