martes, 11 de diciembre de 2012

Multa de 42.000 euros al Orgullo Gay en que el vicealcalde de Madrid hizo botellón


Miguel Ángel Villanueva: el vicealcalde de Botella, de botellón en Chueca





El Ayuntamiento de Madrid multa a la fiesta en que su propio vicealcalde, Miguel Ángel Villanueva, hizo botellón: 42.000 euros de sanción al Orgullo Gay por tres violaciones muy graves y una leve de la normativa antirruido, según notificó el pasado 28 de noviembre el Área de Medio Ambiente a los organizadores, a los que se atribuye muy buena relación con Villanueva.
La noticia ha sido comunicada ahora a los vecinos, muchos de ellos hartos del ruido, que no sospechaban, en todo caso, que el propio número dos de Ana Botella tomaba parte en el festejo con gente que bebía alcohol en la calle, un acto también prohibido por sus propias ordenanzas.
Villanueva es noticia en estas semanas por sus vínculos con Miguel Ángel Flores, promotor de la trágica fiesta de Halloween en Madrid Arena, con el que sólo dice haber mantenido una relacióin "de conocimiento" cuando, sin ir más lejos, casó al hermano de Flores y celebró varios de sus cumpleaños en locales del promotor.
La base del caso Madrid Arena es la celebración de un evento privado en suelo público, y lo mismo que sucede en el Orgullo Gay con las calles del barrio de Chueca. De nuevo, Villanueva vinculado a empresarios de la noche, agrupados algunos de ellos en Aegal, la Asociación de Empresas y Profesionales para Gays y Lesbianas, quienes impulsan esta fiesta.
Desde la Asociación de Vecinos se ha acusado a Villanueva frecuentemente de connivencia con los organizadores del Orgullo. Estos han tachado las críticas de "homófobas", cuando la asociación vecinal obviamente cuenta con miembros homosexuales y la censura ha llegado también desde partes del colectivo, que han tachado frecuentemente de desmesurado el ánimo comercial del evento, convertido sin ningún género de dudas en el festejo más grande de todo Madrid a lo largo del año.

'Al final nunca pagan las sanciones íntegras'

La sanción era esperada dado que se trata de la tercera vez en los últimos tres años que se sanciona al Orgullo por ruido. El evento de 2010 fue multado con 35.000 euros, el de 2011 con aproximadamente 50.000 y este con 42.000.
Otras fuentes de este colectivo sospechan que el Consistorio podría estar pactando con los organizadores la sanción de cara a la galería, para luego dejarla desvanecerse en el trámite de alegaciones.
Este diario pudo comprobar en el pasado Orgullo cómo los mismos agentes de Policía que realizaban las mediciones piso por piso mostraban a los vecinos irritados por el ruido sus escasas esperanzas en que el tema se soluciones.
Chueca soporta desde hace años, con división de opiniones entre los vecinos, situaciones como la de la terraza del Hotel Óscar, sin licencia para ruidos durante años hasta que la Justicia ordenó el cierre o reforma hace escasos meses después de años de quejas. La connivencia con Villanueva, una vez más, era invocada.

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