jueves, 17 de mayo de 2012

El limbo del lesbianismo marroquí

Lesbianas en Marruecos. Día Internacio​nal contra la Homofobia-  





Entre la tolerancia, el menosprecio y una ley que condena la homosexualidad con penas de hasta tres años de cárcel

EDUARDO MARÍN (Corresponsal en Rabat) 17-05-2012
Trudy es el nombre en clave de una chica de 18 años, natural de Rabat. De clase acomodada, se está preparando para pasar los exámenes de acceso a las grandes escuelas de comercio en Francia. Es allí donde su madre espera que se le pase, dice, esto de ser lesbiana. "No paro de decírselo a mi madre, pero no lo toma en serio", dice Trudy, "piensa que es algo pasajero, está convencida de que una vez que vaya a Francia, cambiaré de aires y se pasará, pero no va a ser así; y a mi padre no veo la utilidad de decírselo, es mi vida privada, no le concierne".


Maquillada, vestida de negro, nos recibe en casa de una amiga mientras prepara los carteles con los que se fotografía para el vídeo de protesta que están preparando para este Día Internacional contra la Homofobia. Sobre la mesa, hojas en blanco, rotuladores, una bandera con los colores del arco iris y un libro. Tratado sobre la tolerancia, de Voltaire. Simbólico cuando menos.

"Al principio era bisexual, pero enseguida me decanté por ser lesbiana", afirma Trudy, algo que según asegura no le provoca demasiados problemas en su día a día. Sin embargo, se inquieta porque no tengamos ninguna cámara de televisión y nos pide que no desvelemos su nombre real.

Personalmente sostiene no haber vivido nunca ningún episodio violento por su condición de homosexual, aunque afirma que conoce a gais y lesbianas que "han sido agredidos a la salida de las discotecas". Como lugares de encuentro para la comunidad homosexual marroquí son más seguros los foros de Internet, como lesbiennesdumaroc.net, o páginas web como gaymaroc.net. Existe también la asociación Kif Kif ("iguales", en árabe marroquí), ilegalizada en Marruecos e instalada en España, que edita incluso una revista distribuida discretamente en las principales ciudades del reino alauí.

Trudy asume que el caso de la homosexualidad femenina es bien distinto al de la masculina. Subraya que la sociedad marroquí acepta mucho mejor a las lesbianas que a los hombres gais. "Personalmente pienso que es porque las chicas son dulces entre ellas, puedes ver incluso a heterosexuales que se besen en la calle, parece más amistad que otra cosa; pero el chico debe guardar su virilidad y la gente no acepta lo contrario".

De la misma opinión es Betty Lachgar, cofundadora del Movimiento Alternativo por las Libertades Individuales (MALI), asociación ilegal en Marruecos. "La homosexualidad masculina está ligada a la penetración anal, algo que está prohibido por el Islam", afirma, "además, en el caso de las lesbianas la gente piensa que son solo caricias y algo que se les pasará cuando encuentren a un hombre".

Independientemente del tipo de homosexualidad, el artículo 489 del Código Penal marroquí la castiga con penas de cárcel de entre 6 meses y 3 años. MALI lucha por la supresión de esta norma, aunque deben hacerlo desde la sombra ya que "desafortunadamente en Marruecos no se pueden organizar manifestaciones por este tema ya que es un tabú que además está prohibido por la ley".

La llegada al poder en enero de este año de un nuevo Gobierno, liderado por el partido islamista, no parece que vaya a ayudar a despenalizar la homosexualidad. El presidente del Ejecutivo, Abdelillah Benkirán, aseguró nada más alcanzar el poder que no tocaría las libertades individuales. Y de momento, desde el punto de vista legal no lo ha hecho. Sin embargo, "las declaraciones del Gobierno (sobre la homosexualidad) son liberticidas, arcaicas y hacen referencia al Islam", asegura Lachgar, "entonces sí podría haber un retroceso en la sociedad, pero no en las leyes, que son ya bastante liberticidas; pero puede haber reacciones violentas en nombre de los religiosos y alimentadas por este partido islamista como más intimidaciones y amenazas".

"El Islam prohíbe expresamente en el Corán la sodomía o penetración anal y son las interpretaciones históricas las que han extendido esta prohibición a la homosexualidad en general, también la femenina". Es lo que afirma Asma Lamrabet, directora del Centro de Estudios Femeninos en el Islam, que asegura también que "como musulmana practicante tengo el derecho de decir que no comparto la homosexualidad, ya sea masculina o femenina, pero tengo el deber de respetar y por ello no debo ser homófoba".

Trudy asegura que este punto de vista no está demasiado extendido en Marruecos aunque sí ve un cambio importante entre la aceptación de la homosexualidad entre los años 80 y la actualidad. Reconoce que el camino será largo y "que no se puede imponer nada porque la gente de hoy en día ha crecido en un ambiente homófobo". Esperanzada, encarga a las nuevas generaciones "el deber de enseñar a sus hijos a tolerar las diferencias" para que "yo algún día pueda volver de Francia con la mujer de mi vida y vivir en Marruecos sin ningún tipo de preocupaciones".

Fuente:http://www.cadenaser.com/internacional/articulo/limbo-lesbianismo-marroqui/csrcsrpor/20120517csrcsrint_1/Tes

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