viernes, 27 de mayo de 2011

Taryn Simon denuncia conflictos humanos con sus fotografías en la TATE

Taryn Simon


24-05-2011 / 18:40 h

La exposición se denomina "Un hombre vivo dado por muerto y otros capítulos", un nombre que viene dado por el caso de cuatro hombres que viven en la India pero que figuraban como fallecidos ante las autoridades locales de su país debido a un conflicto relacionado con la transmisión hereditaria de tierras.

Cada capítulo se compone de tres paneles, mostrando el primero a miembros de la familia que aparecen retratados por separado, con imágenes en blanco por cada uno de los que no pudieron acudir a la sesión fotográfica.

Las razones de la ausencia de estos individuos van desde el desconocimiento del paradero de la persona hasta cuestiones más banales como enfermedades, visitas al médico u obligaciones laborales.

Otros dos paneles contienen datos sobre cada familiar acompañados de una explicación del contexto de las fotos, además de imágenes que retratan de alguna forma el entorno y las circunstancias en las que estas personas viven.

El trabajo de Simon se convierte así en fotoperiodismo de denuncia más que en una simple sucesión de retratos artísticos, ya que los temas tratados van mucho más allá de la belleza de las fotografías.

El capítulo que explora los derechos de los homosexuales pretende denunciar la situación en Irán pero la protagonista es una familia española cuyo patriarca fue encarcelado en 1962 por presunta homosexualidad bajo la Ley de Vagos y Maleantes del régimen de Franco.

Así, la fotógrafa explica en el texto que acompaña a las imágenes el avance positivo de España en derechos de los homosexuales, mientras retrata a un refugiado iraní -que aparece con el rostro cubierto para no revela su identidad-, el primer perseguido por homosexualidad asilado en España.

La artista estadounidense tiene 36 años y lleva cuatro trabajando en este sorprendente proyecto que le ha llevado alrededor del mundo, a lugares que muchas veces resultan extremadamente peligrosos para las mujeres.

"Es complicado, aunque a veces no te toman en serio y por eso es más fácil entrar", declaró a Efe la artista, que tuvo que retratar a familias que no dejaron participar en el proyecto a sus mujeres por cuestiones religiosas pero que se dejaron fotografiar por una mujer.

Simon nos muestra en su exhibición los rostros impasibles de sobrevivientes del genocidio bosnio y fotografías de huérfanos ucranianos, niños sin nombre puesto que así lo quiso el orfanato, que fueran meros números, "lo que también dice mucho".

Sorprenden también los retratos de un caso prácticamente olvidado, el de la talidomida durante los años sesenta, un fármaco que se administraba a las madres durante el embarazo y que provocó que muchos niños nacieran con las extremidades atrofiadas.

Las fotografías de esas personas se muestran junto imágenes de anuncios publicitarios en los periódicos, que aseguraban que dicho medicamento era seguro.

También forman parte de esta exposición el hombre que hacía de doble para el hijo de Saddam Hussein, la familia de una activista palestina y los miembros de un clan israelí, todos ellos conectando la exposición con la actualidad.

Simon dice que "no sabe relajarse" pero que va a tomarse un descanso después de trabajar durante cuatro años en este proyecto, más relacionado con la denuncia que con el arte, pero también muy artístico y conceptual a su manera. EFE

Fuente:http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=827972

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