sábado, 14 de mayo de 2011

El jurado exculpa al camionero que estranguló a un gay en La Joyosa

Emilio Martínez quedó en libertad tras conocer el veredicto del jurado popular. 



Dictamina que mató a la víctima en legítima defensa y presa del pánico.Quedó en libertad ayer mismo tras pasar nueve meses en prisión preventiva.

El camionero jienense Emilio Martínez no tuvo la culpa de que el homosexual Pepito López muriera como consecuencia de las lesiones que le causó --asfixia y rotura de la tráquea por estrangulamiento, tres costillas rotas y varias contusiones-- al agredirle en la cabina de su camión, en el aparcamiento de la gasolinera de La Joyosa, la noche del 7 de agosto del año pasado. Así lo dictaminó ayer el jurado popular que enjuició en la Audiencia Provincial de Zaragoza la muerte de Pepito, cuyo veredicto, adoptado por mayoría, declaró "no culpable" al acusado.

"No hay pruebas que demuestren la intencionalidad" de matar a la víctima por parte de Emilio Martínez, señala la resolución, que declara al camionero autor de un homicidio por imprudencia pero le exonera de cualquier responsabilidad penal al aplicarle las eximentes de miedo insuperable y de legítima defensa. Los jurados descartaron que la muerte de Pepito fuera "accidental" y concretaron, por unanimidad, que se debió a "un uso de la fuerza de forma incontrolada" por el transportista. Este, añadieron, atacó al homosexual bajo los efectos del pánico --"temió por su vida"-- que sufrió al percatarse de que este había "invadido su intimidad" al acceder a la cabina del camión, donde él dormía.

LA CAMA DEL CAMIÓN
 El veredicto declara probado que Emilio y Pepito cruzaron unas palabras en el bar de la gasolinera esa noche, aunque concluyen que no hay pruebas de que salieran juntos del local ni, por lo tanto, de que se dirigieran al camión. Y también rechazaron que el homosexual llegara a tumbarse en la cama de la cabina, a pesar de que un informe de la Guardia Civil halló tanto en la sábana como en la almohada restos de sudor, saliva y sangre con su ADN

Los nueve hombres justos, que también apreciaron contradicciones en la declaración del acusado, consideran que su cuerpo llegó a contactar con la litera pero desestiman, por la escasez de esos restos orgánicos, que se acostara en ella.

El magistrado de la Sección Sexta de la Audiencia que ha presidido el juicio dictó de viva voz una sentencia absolutoria para Emilio Martínez, que abandonó la sala en libertad --tras nueve meses en prisión preventiva-- para regresar a la cárcel de Zuera a recoger sus pertenencias.

El camionero rompió a llorar tras conocer el veredicto desde la soledad del banquillo. Ayer no estaban en la sala los miembros de su familia que sí le arroparon con su presencia el miércoles durante las dos sesiones de la vista oral.

El abogado defensor, Javier Osés, mostró su satisfacción por la resolución del juicio. "Tras acosarlo, no le quedó más remedio que defenderse", explicó sobre la conducta de su cliente. "El sabía perfectamente que era inocente", añadió.

RECURSOS
El letrado de la acusación particular, Carlos Espasa, estudiará en los próximos días si recurre la sentencia. En su opinión, "el veredicto incurre en contradicciones" y "las justificaciones dadas por el jurado no se ajustan" al relato de hechos que incluye. El abogado lamentó, por otro lado, "que el juicio haya girado en torno a la moralidad" de la conducta sexual de la víctima.

La acusación y la Fiscalía disponen de quince días para anunciar sus recursos ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón.

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