Miguel Sebastián abronca a su secretario de Estado por la multa a 'Intereconomía'
Tocaba tierra en suelo chino el avión de Miguel Sebastián cuando éste se enteró del revuelo organizado en España por la multa de 100.000 euros al grupo Intereconomía. En vísperas del día del Orgullo Gay, la cadena había emitido un anuncio en el que se infería que los homosexuales no eran “gente normal y corriente”. Y el ministro de Industria montó en cólera. “La sanción la ponen otros, pero la cara se la parten a él. Parece lógico que al menos estuviera avisado. No le gustó nada desconocer lo que se cocinaba en casa”, aseguran a El Confidencial fuentes de toda solvencia. Y es que nadie en el Ministerio había tenido la idea de informar al capo de Industria.
Lo pagó el secretario de Estado Francisco Ros, que tuvo que sufrir con resignación la monumental bronca de Sebastián, hombre de genio. Al fin y al cabo, la sanción fue impuesta por la Subdirección General de Medios Audiovisuales, dependiente de la secretaría de Estado de Telecomunicaciones que tutela Ros. Pocas excusas le quedaban al jefe de las telecos. La resolución no era inesperada. Hacía más de un año que se tramitaba el expediente y no había que ser un lince para esperar una decisión inminente. El procedimiento se abrió a petición de un particular y fue canalizado por el Consejo Audiovisual de Andalucía
Sebastián nada tenía que reprochar a la multa en sí. Menos después de conocer que el anuncio se emitió 273 veces entre el 22 de julio y el 17 de septiembre de 2009 y que se trata de sanciones que el Ministerio impone de forma habitual. De hecho, según ha podido saber este periódico, en 2010 ya se han impuesto ocho multas de esta índole a los operadores y en 2009 se superaron las 60. Pero sí tenía más que decir sobre la comunicación interna del Ministerio, por lo que se ve un claro fiasco entre sus cabezas más visibles.
En el caso de la multa al grupo de Julio Ariza, el Ministerio considera que el anuncio vulnera una directiva comunitaria incorporada al ordenamiento jurídico español relativa al ejercicio de actividades de radiodifusión televisiva. Según uno de sus artículos, la publicidad no puede atentar contra la dignidad de las personas o sus convicciones religiosas o políticas. Tampoco discriminarlas en función de nacimiento, raza, sexo, religión, nacionalidad y opinión. En el vídeo de autopromoción, se enfrentaba el día del Orgullo Gay con los “364 días de orgullo de la gente normal y corriente”.
Intereconomía, a través de su diario La Gaceta, aseguraba tras conocer la sanción que "el lobby gay y Sebastián quieren amordazar" al grupo, y recordaba que el Consejo Audiovisual de Andalucía "no advierte la existencia de un mensaje claramente homofóbico", entendido como "aversión" u "odio" hacia el colectivo homosexual. Desde la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, felicitó al Gobierno "porque el Estado de derecho ha logrado frenar a aquellos que quieren crispar". Demasiado debate para que el ministro se enterara por un pregunta al salir de la terminal de una aeropuerto.
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