Juan Pérez Navarro, en la nueva sacristía de la Catedral, una de sus últimas "obras" como deán. Juan Pérez Navarro: ´Un gay no peca si usa con normalidad su sexualidad´
El arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, acaba de aceptarle la renuncia como deán y presidente del Cabildo de la Seo, cargo que abandona tras cumplir los seis años estipulados de mandato más cuatro meses de prórroga.
FOTOS DE MANUEL MOLINES
?Acaba de dejar la Catedral repleta de amas de casa -la misa tradicional de todos los años- cuando recibe a Levante-EMV. Se expresa pausado, pensando las respuestas, con un acento que no oculta sus orígenes valencianos.
¿Con qué momento se queda de estos seis años y pico?
Si he decir uno, la visita del Papa. Y la recuperación de los ángeles, que no es un momento, sino una larga y gozosa historia.
¿Qué le duele no haber hecho o qué le ha faltado?
Quizás rematar el orden. Se ha avanzado mucho en compaginar las visitas turísticas con el culto, pero no está acabado.
¿Ese circuito museístico, de pago, no ha dado más frialdad a la Catedral?
No. El turismo no entorpece la marcha de la liturgia. Pero además, sabemos que lo que dicen los auriculares tiene un mensaje evangelizador y con una información correcta sobre el arte. ¿Recuerda aquella mañana en que se presentó Francisco Camps porque se habían descubierto los frescos del altar?
Yo estaba reunido con el director general de Patrimonio en la Basílica y un canónigo me llamó para que fuera corriendo y no dijera nada a nadie. Al poco llegó Camps, subimos, vino el arzobispo, conferenciaron sobre si dar la noticia y dijeron que sí. Podrían haber dicho que se cerraba.
¿La solución ha sido buena?
La mejor. Y a pagarlo la bóveda barroca.
¿Se le podría buscar una ubicación en la Catedral?
Difícilmente. La ofrecimos a la comisión de templos del arzobispado, pero los proyectos nuevos ya estaban diseñados.
¿Le ha molestado el protagonismo de las autoridades políticas en el asunto de los frescos?
Fueron los cargos intermedios los que tomaron las decisiones. A última hora tuvimos el espaldarazo de Concha Gómez, pero no intervinieron en modificar el criterio del cabildo, donde había opiniones encontradas, aunque hoy están todos conforme.
¿Qué puede contar de la estancia del Papa?
Fueron unos minutos sólo, en la Puerta de los Hierros. Le refrendé la adhesión total del cabildo a su doctrina y su figura. ¿Le ha pedido confesión alguna vez alguna autoridad?
Nunca. De todas maneras, apenas atiendo el sacramento de la confesión.
¿Le molesta verlos tan presentes en los grandes actos y no cotidianamente?
Hay políticos que se ven a diario y otros que no. La presencia de los políticos en los actos religiosos la veo normal si quieren ser representativos. No pueden perder de vista que la mayoría de sus representados son católicos.
¿Le molesta la vinculación entre Iglesia y derecha política?
No creo que sea algo habitual. Depende del talante de cada autoridad. Fui deán en Gandia y las autoridades socialistas venían a las celebraciones.
¿Cómo ha sido su relación con Agustín García-Gasco?
Fui vicario general con él y creo que me ha apreciado mucho. Quizás por mi edad no me ha confiado cargos de responsabilidad en la curia. Y en 2000 tuvo la delicadeza de pedir al Papa que me diera el título de prelado de honor.
¿Y qué le pareció ver a Carlos Osoro celebrando en valenciano en la Catedral?
La primera visita de Valencia que tuvo después de ser nombrado fue del cabildo. Le hablamos del problema del valenciano, nos dijo que había estado estudiando y nombró preceptor a uno de los nuestros. Así que sabíamos que quería dar señales.Ya.
¿Y les gustó?
¡Claro que sí! Pero en la Catedral no se ha usado mucho el valenciano...Es un estandarte y, francamente, le tenemos miedo a quién usted sabe. Da pena, pero es un sector de los fieles que están con su manía... Creo que el esfuerzo que se ha hecho por la parte más de izquierdas debería ser correspondido por la parte más de derechas.
¿Qué le pediría a Osoro?
Casi todo lo he conseguido ya. Por ejemplo, meterse en el bolsillo a los sacerdotes, que creo que ya los tiene.
¿Algún consejo?
Todo lo está haciendo con mucho tiento, como lo del CEU San Pablo, que es un éxito fabuloso. Parece que ha bajado la tensión hacia las medidas políticas de la izquierdaÉ
¿Le gusta?
Sí. Tiene unos tintes más sacerdotales, religiosos, en su forma de hablar. Don Agustín se decantaba un poco por la sociología religiosa y don Carlos, por la religiosidad. Me parece más sacerdotal. Entra en mi talante mejor.
¿Negaría la comunión a un divorciado?
Si se acerca en la cola, no.
¿Y en otras circunstancias?
Conociéndolo... [silencio] No tengo nada claro esto.
¿A un homosexual?
¿Por qué no?
No tiene ningún pecado, es un hombre como otro, con tal de que use su sexualidad con normalidad y no abuse.
¿Y a una joven que ha abortado?
Si no lo sé...¿Y si lo sabe?A lo mejor se la daría también, no se la negaría in situ. La disposición para comulgar es una limpieza de conciencia, que cada uno debe gobernar y decidir.
¿Comparte la idea de que la Iglesia es retrógrada?
Yo no lo soy. Creo que la Iglesia está más bien centrada. Otra cosa es que se nos llame retrógrados porque decimos que el aborto es un crimen y todo lo que usted me quiere preguntar, pero es cuestión de poderlo decir, no para imponerlo a la sociedad, sino para decir la verdad, y mucha gente nos quiere cerrar la boca.¿Le preocupan los escándalos de curas en torno al sexo?No, porque son menos de los que parecen, aunque para la prensa son una noticia muy buena. Lo que pasa es que se hace menos la radiografía de la cantidad de gente buena que hay.
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