domingo, 14 de junio de 2009

“¿En tu comisaría no había un sargento que creó un club de policías maricones?”

Víctor Argelaguet vestido de policia


“¿En tu comisaría no había un sargento que creó un club de policías maricones?”


Víctor Argelaguet, presidente de Gaylespol, es uno de los socios fundadores de la asociación que lucha por la normalización de la homosexualidad en los cuerpos del orden público. Él y sus compañeros representan una auténtica revolución y renovación para la policía española, ya que la creación de su asociación ha dado visibilidad y un cambio de mentalidad a la profesión que con todo orgullo han escogido.

P. ¿Qué le lleva a formar parte de Gaylespol?

R. La idea surgió después de vivir en Holanda y entrar en contacto con la asociación de policías gays holandeses, y ver que era importante visibilizar esta diversidad para cambiar determinados prejuicios y actitudes de rechazo. A parte, debemos partir del hecho de que la misión de la policía es garantizar los derechos y libertades, y de ahí la importancia de hacer ver a todos y cada uno de los agentes que luchar contra la homofobia y cualquiera otra discriminación es parte de su trabajo.

P. ¿Tanto poli gay hay en las comisarías españolas?

R. Sí los hay pero no salen. Muchos han construido el discurso que ser gay forma parte de la vida privada. En cambio los heterosexuales viven con absoluta normalidad el tener novia, hijos, familia. Es por estos prejuicios y la 'cultura policial', ya que muchos creen que salir del armario les va a dificultar su trabajo.

P. La policía aparenta ser un mundo lleno de tópicos machistas, ¿no tuvo reticencias a la hora de entrar en él?

R. De hecho al entrar hace 14 años creía que mi vida era incompatible con el ambiente de trabajo. Entonces las referencias a los gay no eran muy amistosas. La burla y el lenguaje agresivo cambian radicalmente cuando sale uno del armario, porque entonces se dan cuenta que era uno más.

P. ¿Cuándo el cuerpo de policía dejó de ser una institución anquilosada, para pasar a ser un lugar abierto a la diversidad social y sexual?

R. No es que sea una institución anquilosada, pero se debe partir de que el 90% de los miembros son hombres y que perduran ciertas actitudes y prejuicios machistas acerca de las mujeres o las personas homosexuales. Pero debe reconocerse que hay avances, aunque queda trabajo para hacer. De hecho, el principal problema es que todavía muchas personas no entienden que ser homosexual es como ser heterosexual, sin más.

“Nuestra primera línea de actuación es la formación a policías”
P. ¿Alguna vez se sintió incomodo por el trato con sus compañeros? ¿Se ha sentido discriminado?
R. El lenguaje es la principal herramienta de discriminación en nuestro trabajo. Se tiene que llegar al mismo punto en que una broma machista es ahora inadmisible. De hecho, personalmente, al cambiar hace tres años de comisaría me preguntaron de donde venía, y al responder Sabadell, se refirió a mi anterior destino con "¿En tu comisaría no había un sargento que creó un club de policías maricones?" Y le respondí: "No era sargento, era agente y soy yo".

P. ¿Por qué cree que públicamente se tiene una tan mala imagen del cuerpo de policía español?

R. No podemos olvidar de dónde venimos. Antes la policía en España, y en el caso concreto de los homosexuales, se dedicaba con mucho esmero a su represión. Y de esto no hace tanto tiempo. En cualquier caso, la policía ha cambiado muy rápido y a mejor.

P. ¿Cuál es la primera línea de actuación de Gaylespol?

R. La primera línea de actuación es la formación a policías. Con ellos tratamos de impregnar a nuestros compañeros de nuestras experiencias, de nuestros conocimientos sobre la diversidad sexual y les proporcionamos herramientas para la lucha contra la discriminación. También impulsamos campañas para que el público denuncie todos los hechos delictivos, ya que a menudo vemos que quedan impunes actos criminales en zonas de cruising o locales de ambiente.

P. El pasado año el colectivo LGTB de las Islas Baleares, Ben Amics, denunció a través de un comunicado, una nueva agresión homófoba contra una pareja de gays en Palma de Mallorca por un agente de la Policía Nacional. ¿Cómo lucha Gaylespol contra esto?

R. En general todos los cuerpos de policía tienen suficiente mecanismos internos, para que, a partir de una denuncia como la que relatas se tomen medidas disciplinarias. Lo importante es denunciar. En cualquier caso, también tengo que decir, que viví en mi persona una denuncia falsa por homofobia al practicar un control de alcoholemia a dos chicas, que me denunciaron por presunta lesbofobia.

P. ¿Qué le diría a esa pareja de hombres agredidos?

R. Es inadmisible un comportamiento como el relatado viniendo de un profesional encargado justamente de garantizar los derechos y libertades. No se pueden dejar estos comportamientos impunes.

P. En algunos países ya se han creado unidades de policía exclusivamente gay para combatir la homofobia. ¿Cómo valoran esta solución? ¿Importarían la idea en España?

R. Esto no es así. No existen unidades de policía gay en ningún país del mundo. Lo que se ha hecho es que existan agentes de enlace con la comunidad LGTB, es decir, dentro de las políticas de proximidad se encarga el contacto con determinados grupos a policías para favorecer la comunicación y el servicio. Y no es necesario ser gay para ello.

P. ¿Habrá una nueva Conferencia Europea de Policías Gays y Lesbianas este año? ¿Qué tal la del pasado año?
R. El verano pasado Gaylespol acogió en Barcelona la cuarta conferencia de policías gays, con más de 300 policías de toda Europa. Las ponencias evidenciaron que todavía hoy hay muchas políticas de seguridad pública que descuidan a la comunidad LGTB como sucede con la violencia domestica, los delitos de odio y discriminación o el mobbing laboral o en centros educativos. La próxima edición se celebrará en Viena, el año que viene.

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