jueves, 22 de noviembre de 2007

El Estado indemnizará a los gays represaliados por el franquismo


Eusebio, represaliado por su condición sexual en la dictadura



El Estado indemnizará a los gays represaliados por el franquismo


02:47 Rebeca Tobelem / MÁLAGA
El artista malagueño Eusebio Valderrama ha estado dos veces en la cárcel. Una de ellas "por llevar una chaqueta con botones dorados" y otra por compartir butaca con un amigo en el teatro. Eusebio nunca ha matado una mosca, pero tuvo la mala suerte de nacer homosexual en la época equivocada. Como él, fueron cientos los hombres que sufrieron duras represalias únicamente por su condición sexual. Ahora, el Estado ha anunciado que los indemnizará por todos los daños sufridos.
La semana pasada, IU conseguía que el Congreso de los Diputados votara a favor de una partida de dos millones de euros para las 30 personas que aún sobreviven y que, agrupadas en la Asociación de Ex Presos Sociales, lo han reclamado. Este colectivo nació en el año 2000 con el único objetivo de reivindicar medidas de desagravio a la represión franquista.
Cada persona afectada recibirá 12.000 euros y una pensión vitalicia de 800 euros al mes. "Pretendíamos asegurarles, al menos, la vejez", explicaba ayer Antoni Ruiz, presidente del colectivo de Ex Presos Sociales que valora el reconocimiento, pero piensa que "llega tarde porque la mayoría ha muerto".
Los gays que fueron condenados durante el franquismo arrastraron los antecedentes penales hasta 1995, fecha en la que se derogó la Ley de Peligrosidad Social.
El peluquero malagueño Antonio Gutiérrez, vicepresidente del colectivo, valora la iniciativa que entrará en vigor a partir del próximo mes de enero. Gutiérrez, no obstante, ya está hastiado de contar su historia. "El momento de los testimonios ya ha pasado; era muy duro contar una y otra vez todo lo que nos había sucedido; ahora por fin hemos logrado este reconocimiento".
A Eusebio Valderrama no le importa recordar, pero todavía se emociona al contar su vida. Harto de las continuas vejaciones que padecía en España, la segunda vez que salió de la cárcel, cruzó los Pirineos y no volvió hasta el año 1996. En total, unos 40 años de exilio que sin embargo le sirvieron para triunfar en los teatros más importantes del mundo. Ahora, prepara un musical con la historia de su vida, armada a golpe de éxito y sufrimiento. "Aún hoy, cuando paso por la Aduana me echo a temblar", dice.
Valderrama explica que valora la indemnización más que por el dinero por "la satisfacción de que te reconozcan que aquello fue un atropello enorme".
La primera vez que detuvieron a este artista nacido en El Perchel apenas tenía 19 años. Había ido al teatro y le cedió su butaca a una mujer y él compartió la de su amigo. A la salida del teatro, le esperaban dos policías que lo llevaron esposado por toda la calle Mármoles hasta comisaría. Noventa días pasó en la cárcel de Cruz de Humilladero (paradójicamente es lo primero que se ve desde su ventana). "Peor que en la cárcel se pasaba en la comisaría, donde te pegaban y te insultaban", dice.
La segunda vez, años más tarde, le sucedió en Madrid. Cuenta que fue por llevar una chaqueta con botones dorados. Ahora, Eusebio se siente satisfecho: "la historia se ha cerrado y bien".

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