lunes, 15 de octubre de 2007

El brillante Cardenal Cañizares ha corroborado hoy su respeto por la libertad religiosa y de conciencia




NOVEDADES CON RESPECTO AL VETO

Francisco Miñarro,
Coordinador de la Federación Internacional de Ateos

15/10/07

El brillante Cardenal Cañizares ha corroborado hoy su respeto por la libertad religiosa y de conciencia, desligándose así de la postura censora e intransigente de Emiliano García-Page. Agradecemos el gesto, pero vemos con cierta consternación que se sigue insistiendo, por parte de algunos medios, en la manipulación de las circunstancias que están rodeando al polémico I Concilio Ateo, al entender como una decisión "intencionada" su celebración en Toledo. Volvamos pues a dar la explicación de rigor: es intencionada, sí, puesto que tanto el gobierno municipal como el carácter de la diócesis involucrada poseen características especiales, y de ahí el atractivo de afrontar las previsibles dificultades que pudieran darse. Sin embargo, no se acaba de comprender que una concepción previa relativa a la "religiosidad del pueblo toledano" impere sobre la más real y lógica comprensión de la ciudad como un espacio democrático, plural y, en definitiva, laico, de acuerdo con el texto de la Constitución.

Sin embargo, no compartimos con don Antonio, entre otras muchas de sus opiniones, aquella que considera "autónomo" al Ayuntamiento toledano "para tomar las decisiones que estime oportunas". Por encima de la "autonomía" atribuida al edil socialista se hallan las normas básicas de un Estado de derecho, el respeto a todas las posturas ideológicas, religiosas y políticas, y la garantía de las libertades de creación, de conciencia, de reunión y de expresión. Lo que al obispo no le quita el sueño parece provocar pesadillas en el muy papista alcalde del PSOE, dando así la vuelta al eterno antagonismo entre Peppone y don Camilo. Pero hoy, en Toledo, no hay Peppones ateos, brutos y comunistas, sino un locuaz portavoz de la rama bonista, que además es miembro de la Hermandad del “Santísimo Cristo de la Misericordia”, y un equipo de gobierno que antepone su condición de "católicos practicantes" a la de representantes de toda -toda- la ciudadanía. Definitivamente, nuestro clero es más audaz, astuto e inteligente que estos jóvenes ediles tan temerosos de la ira electoral de sus convecinos.

Valoramos sinceramente las muestras de apoyo recibidas de Izquierda Unida. Sin su colaboración no hubiera sido posible todo este embrollo. Y aprovechamos la circunstancia para aclarar que, por parte de la Federación Atea, no se pretendió, con la crítica al comportamiento de Aurelio San Emeterio, más que inducirle a un posicionamiento político más coherente en defensa del laicismo. No pretendemos, al continuar con la exposición de nuestras reivindicaciones, ningún colapso en las alianzas y acuerdos del consistorio. Por el contrario, se agradece que dos fuerzas políticas progresistas se entiendan entre sí y procuren ante todo el bienestar público de los toledanos, de cuya salud espiritual tanto se preocupan algunos. Lo que no impide que, siguiendo una línea coherente con nuestra forma de pensar y con nuestra estrategia de grupo, consideremos injusta, desproporcionada y arbitraria la negativa del alcalde. E incluso delictiva. Y que tengamos aún la osadía de pretender utilizar un espacio público -nos ampara la ley- para poder celebrar nuestro "diabólico" Concilio en Toledo. Y que lo reclamemos, por lo tanto, a la Universidad pública, al Gobierno de Castilla-La Mancha o a la Diputación provincial. A aquellas instituciones públicas, en fin, que no hayan olvidado lo que implica vivir en democracia.

Recapacitemos. Los ateos tenemos tanto derecho a utilizar esos espacios, que son de todos, como los evangelistas, los católicos, los musulmanes o los judíos, o como los filósofos, los intelectuales, los sindicalistas y los que coleccionan sellos. No en vano esta historia de vetos y censuras propia del Medioevo se desarrolla en la ciudad de la tolerancia y de la convivencia religiosa. ¿Imagináis a un alcalde negándose a un encuentro de muftíes, almuecines, fakires, rabinos o cófrades del Santísimo Prepucio, por razones de conciencia? ¿Alegando que se exponen, en el interior del recinto, imágenes tan obscenas como una virgen dando el pecho, como figurillas en forma de enormes falos y vaginas o como el cristo niño con un enhiesto pene, símbolo palpable de su plena humanidad? La religión y el sexo han sido siempre motivos para el arte, y muchas veces en una mezcla indisoluble. El ridículo veto de Emiliano García-Page rezuma simple incultura, lo cual constituye el abono perfecto de todo fundamentalismo.

Dice hoy Francisco Vázquez, nuestro Embajador socialista en El Vaticano, que el sector anticlerical del PSOE es “casposo” y que está “anclado en el pasado”. Por lo que parece, don Emiliano utiliza un champú verdaderamente novedoso y efectivo…

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