Saluda sonriente justo antes de ser ahorcado. [AP]
Espectáculo de muerte
TEHERÁN. A pesar de las condenas y llamamientos de la comunidad internacional, las autoridades iraníes continúan con las ejecuciones públicas en Teherán. Tras los cinco ahorcados el miércoles, ayer otras dos personas fueron ajusticiadas después de ser sentenciadas por tres asesinatos, incluido el de un juez, y un asalto a mano armada. Mayid Kavusifar y Hosein Kavusifar, primos, fueron ahorcados a primera hora de la mañana frente a la sede de un tribunal de la capital persa en medio de la expectación de la población, entre la que no faltaron los niños. Muchas personas tomaban fotos mientras los reos se despedían desde el cadalso de sus familiares y amigos. Al final, los condenados exhalaron su último suspiro mientras sus cuellos pendían de la soga que era sujetada por una grúa. Con los de ayer se elevan a 23 el número de iraníes ahorcados en menos de dos semanas. Formaciones políticas y organismos de derechos humanos internacionales han denunciado esta práctica y exigido al régimen islámico que aplique la moratoria universal sobre la pena de muerte. El PSOE condenó las ejecuciones y mostró su preocupación por el deterioro de las libertades públicas, así como por el incremento de los ajusticiamientos de periodistas disidentes, homosexuales o delincuentes juveniles. AGENCIAS
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