sábado, 4 de agosto de 2007

Escritor marroquí sale del armario

El escritor marroquí Abdellah Taïa





“El amor homosexual es igual al heterosexual”



El escritor Abdellah Taïa es el primer marroquí que, en su país, reconoce públicamente su homosexualidad. Tanto sus entrevistas como sus libros siempre provocan controversia en Marruecos. Actualmente, el autor visita Ámsterdam, ya que su último libro, ´Broederliefde´ acaba de publicarse en versión holandesa.
Nicolien den Boer
03-08-2007
Sin duda alguna, en Marruecos se necesita mucho valor para admitir que se es homosexual, ya que la homosexualidad está prohibida por ley y se le considera simplemente como una aberración. Los homosexuales marroquíes ocultan sus preferencias, son casados, reprimen sus sentimientos o llevan una vida paralela. Algunos de ellos no ven otra alternativa que acudir a ciertos lugares, como servicios públicos o áreas abandonadas de estaciones de ferrocarril. Según Abdellah Taïa, la existencia de esos lugares es innegable y visible para todos, pero nunca se habla de ellos. Y justamente ese silencio forzoso le resulta insoportable.
En un inglés fluido, el autor marroquí se manifiesta en términos modestos sobre el reconocimiento de su homosexualidad ante la prensa marroquí, hecho que califica de inevitable, y que le ha merecido celebridad en su país, donde, para pasar inadvertido, debe llevar gafas de sol. No obstante, no lo hace porque se considere una estrella, sino para evitar situaciones embarazosas. Por lo demás, asegura que no siente miedo cuando anda en la calle, y que se siente completamente seguro.
Si bien es famoso en su país, Abdellah Taïa también tiene mala fama, y en algunas páginas de Internet se le insulta, mientras que en otra se le alaba. En un comentario, el diario Tel Qel ha calificado su libro como "la dramática historia del primer hombre marroquí que tiene el valor de revelar en público su homosexualidad." En su libro, el primero que se ha traducido al holandés, narra el primer enamoramiento que sintió, por su hermano mayor. Taïa describe sus sentimientos con gran pureza, franqueza y respeto, como queriendo defender que el amor homosexual es igual al heterosexual. La homosexualidad, algo común en Occidente, es algo muy especial en el mundo árabe.
El autor señala que a su familia le resulta difícil aceptar esta nueva faceta de su personalidad. A pesar de ello, él asegura que sabía perfectamente lo que le aguardaba, y que su confesión ha sido un acto bien meditado, con el que se propone apoyar a otros jóvenes homosexuales marroquíes y provocar, mediante una confrontación suave, un cambio en el país. "Yo era plenamente consciente de lo que ocasionaba, e incluso lloré. Pero ése es el precio que se paga por la libertad, pues no estoy dispuesto a vivir en medio de la hipocresía, como muchos otros marroquíes." Su familia aún debe habituarse al simple hecho de que es escritor. Taïa creció en un barrio popular pobre en Salé, un suburbio de Rabat, donde, por lo general, sólo se aspira a ser camarero u oficinista.
Taïa escribe sus libros en francés, no en su lengua materna. "Árabe es el idioma de mi madre, mientras que para mí, es el idioma del silencio. El francés, en cambio, me concede la libertad y el valor para contar la verdad, sobre mí mismo, mi familia y mi vida."
El autor marroquí empezó a leer y escribir en francés porque, siendo joven, aspiraba ser director de cine en París, y sus sueños lo hicieron blanco de burlas en su ciudad. Actualmente, vive en la capital francesa y escribe libretos junto con el cineasta francés Régis Wargnier, célebre, entre otros, por su película Indochina, con Catherine Deneuve. Taïa está plenamente convencido de que los sueños son indispensables porque brindan la energía y el valor para superar obstáculosNicolien den Boer
03-08-2007

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