lunes, 10 de marzo de 2014

La nueva ley contra los gays en Uganda los esconde aún más











Con una beca del Banco Mundial y las mejores notas en el primer año de su máster en agricultura, Cleo Kambugu, de 27 años, debería estar bien encaminada en su objetivo de tener una carrera académica en Uganda.

En lugar de eso, está pensando en cómo dejar el país después de que se aprobara una ley que endurece las condenas de cárcel por homosexualidad y una campaña en los tabloides para "sacar del armario" a gays.

"Ahora no hay ninguna esperanza en absoluto", dijo Kambugu, que legalmente sigue siendo un hombre pese a un cambio de sexo el año pasado que no es reconocido en Uganda, un país que ahora tiene una de las leyes contra la homosexualidad más duras en un continente en el que 37 países la prohíben.

Está preocupada por su seguridad después de que el periódico Red Pepper colocara su fotografía en portada bajo el titular "Cómo nos volvimos homos". El diario sostiene que esos artículos son de interés público, mientras los grupos de defensa de los derechos humanos aseguran que simplemente animan a la gente a tomarse la ley en sus propias manos.

La ley, firmada por el presidente Yoweri Museveni el 24 de febrero, ha obligado a los gays, ya asediados en el país, a esconderse aún más, al amenazarles con cadena perpetua por "homosexualidad agravada" y siete años por "ayudar e instigar a la homosexualidad".

Estados Unidos ha condenado la ley y otros países donantes han retenido su ayuda, al tiempo que algunos inversores extranjeros están revisando sus planes, pero la norma tiene un amplio apoyo de políticos y ciudadanos, y muchas religiones populares predican contra las relaciones entre personas del mismo sexo.

CÁRCEL O EXILIO

Temiendo lo peor, los integrantes de la comunidad gay se han escondido. Durante semanas, Kambugu se ha quedado en el piso en el que vive con su novio. Las cortinas están echadas y apenas sale.

"Ni siquiera puedo abrir la ventana", dijo, a pesar de que sus implantes mamarios, el pintalabios y su pelo largo contradicen su género legal. "Ya no salgo a pasear, conduzco. No quiero sobrepasar la escasa seguridad que tengo"

Muchos ugandeses gays dudan sobre qué hacer ahora: quedarse en el país y arriesgarse a ir a la cárcel o emigrar.

Algunos ya han optado por irse. Julian Onziema Pepe, portavoz de Uganda Minorías Sexuales (SMUG, por sus siglas en inglés), afirma que más de 20 homosexuales han dejado el país desde que el Parlamento aprobó la ley el 20 de diciembre, enviándola al presidente.

Los homosexuales cuentan que son acosados, uno incluso recibió una paliza. Beyonce Karungi, activista transexual, fue golpeado con puñetazos y patadas por una multitud en enero. "Te vamos a echar de Kampala", le gritaban los hombres, según contó a Reuters.

El coste de aprobar la ley va a ser elevado. El Banco Mundial y donantes como Suecia, Noruega, Dinamarca y Holanda han retenido ayudas o préstamos por más de 118 millones de dólares. La moneda del país se ha hundido en medio del temor a más recortes en esta fuente vital de divisas. Los inversores están nerviosos.

Estados Unidos, un gran donante, ha calificado la norma de "atroz", comparándola con las leyes antijudías de la Alemania nazi y al apartheid en Sudáfrica. Ha dicho que va a revisar sus relaciones diplomáticas.

Pero Museveni, un antiguo guerrillero de 69 años, está más preocupado por lo que ocurre en casa, y la ley podría ayudarle a reforzar su popularidad antes de las elecciones de 2016. Aunque no ha dicho si quiere extender su mandato, que ya dura 28 años, se espera que se presente.


Solo dos de los 260 parlamentarios criticaron públicamente la ley.

"Si eres un homo y estás destruyendo nuestra sociedad, deberías ser parado", dijo el diputado David Bahati, autor de la norma, en la que inicialmente se pedía la pena de muerte para los actos más graves.

Otras autoridades ugandesas también han quitado importancia a las críticas occidentales, y afirman que las amenazas de recortar la ayuda equivalen a chantaje. El país ha decidido mirar hacia China, Rusia o India en busca de créditos e inversiones, puesto que no lleva condiciones incorporadas, afirman.


La homosexualidad está prohibida en Uganda desde que se independizó de Reino Unido en 1962.

Los gays esperaban un resultado diferente, después de años de politiqueo entre el parlamento y el presidente. Geoffrey Ogwaro, activista gay, dijo que Museveni fue su "héroe" por frenar la ley desde que se propuso por primera vez en 2009.

"Pero ahora es mi villano", añadió este hombre de 41 años que estaba casado y vivió una doble vida durante años, temeroso de las consecuencias de "salir del armario".


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