Cuando crees que ya lo has visto todo llegan noticias como ésta que te dejan literalmente boquiabierta. Un hombre de 45 años, abiertamente gay, fue a hacerse un chequeo general en Los Ángeles, y le diagnosticaron 'homosexualidad crónica'. Ahí es nada.
Mathew Moore, recibió los resultados de sus análisis y todo parecia estar normal (tensión un poco alta, colesterol alto,...) pero su sorpresa vino cuando en la casilla de enfermedades crónicas, vió escrito 'comportamiento homosexual'. Además, también figuraba un código, el 302.0, que coincidía con un código que se utilizaba hasta 1973 cuando la homosexualidad era considerada un desorden sexual y una perversión.
Una vez superada la sorpresa inicial el paciente quiso pedir explicaciones y la doctora que le realizó el chequeó le explicó que aún no había un consenso sobre la homosexualidad y que esta se podía considerar una enfermedad. Ver para creer, vaya.
El colegio de médicos al que pertenece esta doctora se ha apresurado a emitir un comunicado donde avisan que “el código de diagnóstico se usó de forma incorrecta y la asociación no considera la homosexualidad como una enfermedad ni una afección crónica”, pidiendo disculpas a Moore.
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