Las fuerzas de seguridad rusas han detenido a cuatro ciudadanos de nacionalidad holandesa en la ciudad de Murmansk durante una concentración en favor de los derechos de los homosexuales que, según la ley aprobada recientemente por el Parlamento, podría ser constitutiva de un delito de propaganda de relaciones homosexuales entre menores.
Las cuatro personas detenidas, incluido el activista y concejal Kris van der Veen, participaban en la grabación de un documental sobre los derechos de la comunidad homosexual en Rusia, según fuentes consultadas por la agencia RIA Novosti. El arresto se produjo el domingo por la tarde, durante un acto celebrado en un campamento de protesta.
Una portavoz de la organización no gubernamental OGON, Tatiana Kulbakina, ha explicado que las autoridades han interrogado durante ocho horas a los cuatro sospechosos, que este lunes han comparecido ante un tribunal.
Las vistas, sin embargo, han quedado canceladas a la espera de mayores pesquisas, según Kulbakina, presente en la comparecencia. La activista de OGON ha pronosticado que finalmente el incidente no llegará a juicio, algo que también comparte Van der Veer. "Saliendo en coche tras un día raro en el tribunal. Creo que no hay caso", ha tuiteado este último.
Los cuatro detenidos son, en teoría, libres de volver a su país. "En vez de coger un avión, seguimos todavía en Murmansk", ha escrito Van der Venn en su cuenta de Facebook este lunes por la tarde. El activista ha aclarado que "todo está bien", aunque ha admitido que no conoce "qué va a ocurrir ahora" y ha agradecido las muestras de apoyo recibidas en las últimas horas.
La detención es el primer paso contemplado dentro de la polémica ley aprobada este año por Rusia para castigar la promoción de "relaciones no tradicionales" entre menores. Para quienes incumplan esta nueva normativa, criticada duramente por la oposición y las organizaciones pro Derechos Humanos, se contemplan multas de hasta 100.000 rublos (unos 2.340 euros).
Por lo pronto, los cuatro holandeses ya han sido multados con 3.000 rublos (70 euros) por incumplir las condiciones por las que se les concedió el visado, ha explicado Kulbakina.
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