sábado, 23 de febrero de 2013

Obama pide la inconstitucionalidad de la ley que veta el matrimonio homosexual











Es la primera vez que un presidente de EE UU pide al Tribunal Supremo que reconozca los mismos derechos a las uniones entre personas del mismo sexo



La Administración Obama ha solicitado este viernes al Tribunal Supremo que declare inconstitucional la Ley de Defensa del Matrimonio (DOMA, en sus siglas en inglés) que impide reconocer el matrimonio a las parejas del mismo sexo a nivel federal. Es la primera vez que un presidente de Estados Unidos pide al máximo tribunal del país que falle a favor de la igualdad de derechos para uniones entre personas del mismo sexo.
El abogado general del Estado, Donald Verrilli, ha remitido una carta a los jueces del Supremo en la que recalca que “los gais y las lesbianas han sido objeto de una importante historia de discriminación en este país”. En diciembre del año pasado, en otra decisión histórica, el alto tribunal estadounidense accedió a estudiar uno de los casos relacionados con la DOMA y otro sobre la ilegalización de las uniones gais en California, conocida como Porposición 8, una disposición, adoptada mediante referéndum popular en 2008, que prohíbe el matrimonio homosexual en ese Estado.
La DOMA es una ley federal de 1996 que establece que el matrimonio únicamente puede celebrarse entre un hombre y una mujer. El presidente Barack Obama respaldó el matrimonio homosexual el pasado mes de mayo durante una entrevista en televisión, pero esta es la primera vez que solicita al Tribunal Supremo que reconozca los mismos derechos a las uniones entre personas del mismo sexo. En 2011, el presidente anunció que dejaría de apoyar la DOMA en los tribunales, en un atisbo de que, como ha sucedido, en un futuro podría apoyar el matrimonio gay.
“La Ley niega a decenas de miles del parejas homosexuales que están legalmente casadas bajo una ley estatal una serie de importantes beneficios federales que sí se les reconocen a las parejas heterosexuales”, se indica en la carta que Verrilli ha remitido al Tribunal Supremo. La Administración Obama manifiesta así su preocupación ante la existencia de una ley federal que deniega a los enlaces entre personas del mismo sexo, que son legales en los Estados, los mismos derechos que a los matrimonios heterosexuales, como el pago de impuestos conjuntos, beneficios en pólizas de salud y herencias.
En la carta, sin embargo, no se hace mención a la ley de California. La Casa Blanca tiene de plazo hasta la semana que viene para decidir si toma partido en un proceso que el Tribunal Supremo resolverá el próximo 26 de marzo. Obama reconoció este miércoles en una entrevista a una televisión local de San Francisco que no tenía muy claro que opción tomar.
Un día después, la mayor instancia judicial de EE UU resolverá sobre la DOMA. Pese a las históricas decisiones, primero por parte del Supremo, al aceptar resolver sobre el matrimonio gay, y después por parte de la presidencia de EE UU, al pedir la inconstitucionalidad de una ley federal, el alto tribunal no está en la obligación de pronunciarse sobre la existencia de un derecho constitucional al matrimonio homosexual.
Una decisión favorable, no obstante, abriría las puertas al reconocimiento del matrimonio entre parejas del mismo sexo en todo el país. En la actualidad nueve Estados, más el Distrito de Columbia, han legalizado las uniones del mismo sexo e Ilionios y Rhode Island están en proceso de aprobar leyes similares.

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