lunes, 17 de diciembre de 2012

El líder espiritual y político de los católicos bendice a quienes abogan por matar a los homosexuales

Rebecca Kadaga , presidenta del Parlamento de Uganda









Domingo, día de culto para los católicos y, por tanto, jornada adecuada para que sus seguidores reflexionen sobre los acontecimientos personales y colectivos de la semana que hoy termina. Pues ahí va uno de los sucedidos que les interesa, o que debería interesarles: El jefe de Estado de El Vaticano, obispo de Roma y guía espiritual del catolicismo ha recibido y bendecido a Rebecca Kadaga , presidenta del Parlamento de Uganda, que recientemente, exactamente el pasado 13 de noviembre, se convirtió en personaje popular en las cancillerías de todo el mundo al anunciar oficialmente que el poder legislativo ugandés ultimaba la aprobación de una reforma legal cuyo objetivo es penalizar con dureza la homosexualidad: "Será un regalo de Navidad para la población " , dijo Kadaga, manifiestamente satisfecha y orgullosa [si el Nazareno levantara la cabeza....] . 

El proyecto legislativo original establecía la condena a muerte para los reos a los que la Justicia considerara culpables de "homosexualidad agravada", calificación penal que se aplicará cuando una o un miembro de la pareja sea menor de edad o discapacitado, o cuando un/una o ambos sea/n seropositivo/s o tenga/n antecedentes penales.

 Finalmente, hace ahora tres semanas, el Parlamento admitió una enmienda y la "homosexualidad agravada" sólo sera penada con cadena perpetua. La nueva ley también contempla penalizar, incluso con cárcel, a las personas que aún siendo "normales" (es decir, heterosexuales) difundan o realicen acciones en defensa de los derechos de los o las homosexuales, o sean cómplices de sus actividades [más fácil: invitar a almorzar o alojar en casa un fin de semana a una pareja homosexual puede ser calificado de delito y, por tanto, los anfitriones pagarán semejante "osadía" con prisión] . 

Analistas occidentales y los africanos que se han atrevido a pronunciarse [en 36 países de este continente la homosexualidad está prohibida y en la mayoría de ellos, penada] han subrayado que la nueva ley obedece a la "necesidad política" del Gobierno y del propio presidente de Uganda, Yoweri Museveni , de contentar a la influyente comunidad anglicana, muy radicalizada en asuntos sexuales al haber hecho suyos ancestrales creencias y tradiciones tribales radicalmente homofóbicas.

 Los miembros de la llamada Iglesia Anglicana de Uganda (independiente de la británica) suponen en torno al 30% de la población. Pero los legisladores, el Gobierno y Museveni no sólo contentarán a los anglicanos, pues la mayoría de los seguidores de otros cultos luteranos (5/6% de la población) y de los católicos (el 42%) también consideran positivo o comprensible que la homofobia goce de estatus oficial.

 Varios países de Occidente han hecho llegar su inquietud a Museveni. El gobierno de El Vaticano ha sido el único de Occidente que ha agasajado (bendecido ) a Rebecca Kadaga, que es el alto cargo institucional ugandés que con más vehemencia ha defendido "la necesidad" de combatir con todas las armas del Estado, incluso con la pena de muerte, a los y las homosexuales.

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