Es una catástrofe que no cesa. El joven de 17 años Jack Denton Reese se suicidó el 22 de abril en Mountain Green, en el norte de Utah, empujado por al acoso constante al que se veía sometido. Su muerte es la más reciente -y de la que se tenga constancia- de una secuencia de suicidios en dicho estado norteamericano de jóvenes LGTB víctimas del acoso homofóbico, y ha provocado una reacción de la comunidad, que se espera sirva para arrojar luz sobre el bullying contra estos jóvenes y prestarles apoyo.
El 23 de abril el joven de 18 años Alex Smith participó en una actividad sobre el acoso contra jóvenes LGTB. Tras la proyección del documental Bullied, que relata el calvario de un estudiente homosexual a manos de compañeros homófobos, Smith habló a los asistentes sobre la persecución que su novio sufría en su instituto de educación secundaria. Dicho novio no era otro que Jack Reese, que acababa de quitarse la vida el día anterior, sin que Alex lo supiera todavía…
Según fuentes oficiales fuera de micrófono, la tasa de suicidios de personas LGTB en Utah sería de uno a la semana, y dicho estado ha sido criticado por expertos nacionales en educación. Parece que la muerte de Jack podría ser la gota que colma el vaso. El OUTreach Resource Center, un colectivo dedicado a prestar apoyo a jóvenes LGTB, ha convocado a la comunidad a un encuentro en el que pretenden honrar al joven Jack con una vigilia, así como arrojar visibilidad sobre dos temas demasiado a menudo mantenidos en un vergonzoso secreto -el acoso homofóbico y el suicidio de jóvenes LGTB- y exigir un cambio de actitud por parte de padres, estudiantes y educadores.
Descansa en paz, Jack.
No hay comentarios:
Publicar un comentario