Un activista homosexual durante una protesta en la capital rusa
Queda prohibido difundir información sobre sodomía o transexualidad
La medida ya se ha tomado en otras ciudades, aunque no tan importantes
Hasta 1993 no fue abolido un artículo ruso que sancionaba las prácticas gays
Cuidado con los niños, hay gays en la zona. Así se resume el espíritu de la ley que aprobó ayer la asamblea legislativa de San Petersburgo, la segunda ciudad más grande de Rusia, que quiere prohibir la "propaganda homosexual" al alcance de los menores de edad.
Así queda prohibido por ley difundir información sobre homosexualidad, bisexualidad, lesbianismo, sodomía, transexualidad y también la pedofilia, que se incluye en el mismo saco, en ámbitos a los que tengan acceso los menores de edad. La iniciativa puede afectar a carteles, revistas y concentraciones de estos grupos gays.
La medida ya se ha tomado en otras ciudades, aunque no tan importantes como San Petersburgo, y no sorprende a muchos en un país en el que hasta 1993 no fue abolido el artículo 121 del Código Penal, que sancionaba con penas de cárcel las prácticas homosexuales. Rusia y los países del este son lugares complicados para el colectivo gay. Lituania se vio envuelta también en la polémica cuando aprobó una medida similar.
Desde 2006, las organizaciones homosexuales rusas llevan intentando manifestarse en Moscú por todos los medios, pero el entonces alcalde de la capital Yuri Luzhkov consideraba las marchas gays "actos satánicos".
Campaña agresiva
No es el único caso de cargo público homófobo. Vitaly V. Milonov, el político del partido de Rusia Unida que ha promovido esta iniciativa en la ciudad de los zares, ha llamado "pervertidos" a los gays y ha acusado a los activistas que los defienden de desatar una campaña agresiva para convertir a los niños en liberales con el apoyo de gobiernos occidentales. La ley castiga con multas administrativas de entre 128 y más de 12.000 euros dependiendo de si se trata de personas físicas o jurídicas.
El texto oficial asegura que la propagación de información sobre esas actitudes minoritarias puede perjudicar a la salud y al desarrollo moral de los menores de edad al presentar la homosexualidad como algo normal. La ley ahora será enviada para su promulgación por parte del gobernador.
Pero a pesar de los prejuicios, los gays están ganando visibilidad en Rusia. Desde las filas del activismo se denuncia que lo que se pretende es esconderlos de nuevo en un rincón de la vida pública.
El último intento de celebrar una marcha de orgullo gay, en mayo de 2011 en la capital rusa, desembocó en choques violentos entre homosexuales y ultranacionalistas. Varias decenas de personas fueron arrestadas. "Ser homosexual está más aceptado que hace unos años, pero sigue siendo algo que se queda en el ámbito privado: se lo dices a tus amigos y no a todos. En casa y en el trabajo no deben enterarse", explica Eva, una rusa ligada al movimiento gay en la capital.
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