martes, 13 de diciembre de 2011

El acusado de matar a una transexual en Burgos dice que no la conocía




.El hombre acusado de matar de 31 puñaladas a una transexual en Burgos en septiembre de 2009 ha asegurado hoy en el juicio que "ni siquiera la conocía" y ha negado haber estado en su domicilio, donde se produjo el apuñalamiento múltiple.

En su declaración en la vista oral con jurado popular que ha comenzado hoy en la Audiencia provincial de Burgos, el acusado, Ignacio V., ha reconocido que la noche del 28 al 29 de septiembre de 2009 acababa de salir de la prisión del Dueso (Cantabria) y llegó a Burgos, tal como señala el escrito de acusación de la Fiscalía.

A partir de ahí, los datos difieren porque, según el acusado, consumió heroína y se quedó "atontado" por lo que pasó toda la noche en la calle y no fue a ningún domicilio.

Sin embargo, la Fiscalía pide para este hombre 21 años y medio de cárcel por supuestamente matar y robar a una transexual colombiana en el domicilio de la mujer, en la capital burgalesa en septiembre de 2009, mientras la acusación particular eleva la petición de pena a 25 años.

En el escrito de acusación del fiscal se considera que el acusado encontró a su víctima, que ejercía la prostitución en una zona de bares de Burgos, algunas horas después de que el hombre, con varios antecedentes penales, hubiera salido de la prisión del Dueso (Cantabria).

Al parecer, el acusado, Ignacio Veguillas, acompañó a la mujer, Linsy María A., al domicilio de esta con la intención de robar, aunque lo que ella pretendía era mantener relaciones sexuales cobrando dinero a cambio.

Ya en la vivienda, el hombre atacó a la mujer, a quien hizo varias heridas en la zona del pecho, según el fiscal, con la aparente intención de que le dijera dónde tenía el dinero y objetos de valor.

Sin embargo, cuando la mujer cayó al suelo, el hombre la apuñaló 31 veces por todo el cuerpo y, para asegurarse de que estaba muerta, le colocó un cojín sobre la boca y la nariz.

Aunque los hechos se produjeron entre la noche del 28 de septiembre y la madrugada del día siguiente, el cadáver de Linsy María A. no fue encontrado hasta el 8 de octubre por una familiar.

Para entonces, el acusado había sido ya detenido por otro delito, un robo con intimidación, en Pamplona, donde había entregado a su compañera sentimental los objetos robados a su víctima, que ésta vendió por 20 euros.

Sin embargo, el acusado ha afirmado que llevaba una maleta cuando salió de prisión y que la perdió y cogió una distinta cuando esperaba al tren en la estación de Burgos para dirigirse a Pamplona.

Aunque ha reconocido como suyos unos pantalones con manchas de sangre, el acusado ha asegurado que le sorprendería que fuera de la víctima y que "seguramente" es su propia sangre, de cuando se inyectaba heroína.

La Audiencia provincial prevé que el juicio continúe hasta el próximo miércoles.


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