martes, 4 de octubre de 2011

Parejas gays en el Ejército de EEUU aún se enfrentan a desafíos




SAN DIEGO, 3 oct (Reuters) - Una semana después de celebrar el fin de la prohibición estadounidense sobre los miembros del servicio militar abiertamente homosexuales, Luz Bautista y su novia Alejandra Schwartz se ven obligadas a vivir separadas.

El término de la política de 18 años "no preguntes, no digas" marcó el mes pasado un gran avance para los derechos de de los homosexuales, pero no encaró muchos de los problemas que enfrentan los soldados gays y expone los retos que enfrentan los militares para dar cabida a las parejas del mismo sexo.

Bautista, de 30 años, se dirigía a Illinois a un destino de tres años, dejando detrás a Schwartz, de 24 años, y a su hija de seis.

"La carga emocional. Ni siquiera la puedo describir. Ha sido desgarrador en el último par de meses", afirmó.

Bautista, suboficial de la Armada, y Schwartz, suboficial de segunda clase que se ha desempeñado como traductora de árabe en Irak, son ejemplos de las desigualdades que existen para las 66.000 lesbianas, hombres gay, bisexuales que el Williams Institute de UCLA estima sirven en el Ejército de Estados Unidos.

Las parejas del mismo sexo no tienen los mismos beneficios conyugales o de protección que las parejas heterosexuales casadas en el Ejército.

Salir entre sus colegas - y en la televisión nacional - fue uno de los momentos de mayor orgullo de Bautista. Se terminó una era de tener que vivir en la clandestinidad, pero no se resolvió el problema de estar con una pareja que también se comprometió en una carrera en la Marina.


Bautista también está embarazada de su segundo hijo.

"Va a ser difícil para mí", explicó. "Voy a estar sola por primera vez en 12 años", sostuvo.

Aunque la pareja pudiera viajar a uno de los pocos estados de Estados Unidos donde el matrimonio del mismo sexo es legal, la unión no sería reconocida por el Ejército. Bajo la Ley de Defensa del Matrimonio, el término cónyuge sólo se refiere a parejas casadas de sexo opuesto.

"Como resultado, un miembro del servicio en una relación del mismo sexo con otro miembro del servicio no es elegible para su consideración de co-ubicación", dijo la portavoz del Pentágono, Cynthia Smith.

"Los miembros del servicio gays, lesbianas o bisexuales en una relación comprometida del mismo sexo, al igual que sus pares heterosexuales no casados, pueden hacer solicitudes individuales basados en las dificultades de alojamiento de la asignación", señaló.

Bautista hizo un reclamo de dificultad. Aplicó en calidad de embarazada, madre soltera que cuida a su propia madre discapacitada, que paga una hipoteca y cuentas de una casa que posee en San Diego. En un punto no pudo revelar que tenía una pareja.

"Lamentablemente tenía ordenes desde antes de la derogación", explicó Bautista. "No pude decir 'soy gay y tengo novia, ¿pueden ayudarme por favor?' Pero creo que aún si lo hubiera dicho no hubiera importado porque las reglas son las reglas. Este matrimonio no existe para la Marina", declaró.


No hay comentarios: